El alcalde de Arona entre 2003 y 2012, el nacionalista José Alberto González Reverón, asume su segunda pena por prevaricación desde el banquillo de los acusados. El mismo tribunal que lleva el juicio del caso Arona, por el que está acusado el exregidor junto a otras doce personas, condenó ayer al antiguo mandatario de ese municipio del Sur de Tenerife a siete años de inhabilitación por permitir la remodelación del Hotel Sir Anthony a sabiendas de que la actuación era ilegal.

Aunque la Sección Sexta de la Audiencia Provincial no ve acreditada la implicación en este hecho del que fuera concejal de Urbanismo y Medio Ambiente entre 2007 y 2011, Antonio Sosa, sí considera que cometió un delito continuado de prevaricación al contratar a dedo a cuatro personas en el Ayuntamiento. Si bien el procesado se ha salvado de la cárcel, no podrá ejercer ningún cargo público durante ocho años y seis meses. Ambos, además, deberán abonar un cuarto de las costas procesales.

Con este fallo, contra el que cabe interponer recurso de casación, la Justicia empieza a cerrar los capítulos que rodean al caso Arona, una supuesta trama para el cobro de comisiones ilegales cuya vista oral aún continúa. Fue a raíz de las escuchas telefónicas ordenadas por el juez que realizó la instrucción de esta causa cuando apareció la pieza separada ya sentenciada, en la que se investigaron acontecimientos que implicaban a González Reverón y a Antonio Sosa.

El Ministerio Público solicitó para el antiguo concejal un año de prisión por presunta malversación de caudales públicos y 10 de inhabilitación especial, mientras que para González Reverón pidió nueve de inhabilitación por tolerar dos supuestas obras ilegales y en la última sesión del juicio destapó indicios de cohecho.