El nuevo intento de acercamiento entre Podemos e Izquierda Unida para la contienda electoral que se prevé el 26 de junio se ve con cierto escepticismo en Canarias por parte de la formación que ahora lidera Alberto Garzón. Las dos experiencias anteriores de confluencia en las Islas fracasaron, tanto en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015 como en las elecciones generales del 20-D. En ambas citas electorales hubieron negociaciones, pero acabaron rompiéndose por las divisiones internas en Izquierda Unida Canaria (IUC) y los intentos de Podemos de integrar a las fuerzas de izquierda en una plataforma común.
El secretario de Organización de IUC, Lorenzo Garzón, advierte con rotundidad que "nosotros no somos Podemos", por lo que las negociaciones para una posible alianza electoral deben ser "de igual a igual" porque Izquierda Unida se niega a perder su identidad. Ya hay voces de la formación que cuestionan la confluencia precisamente porque puede suponer la liquidación de IU como fuerza política y que Podemos se erija como la principal organización referente de la izquierda española. "Izquierda Unida seguirá existiendo, ni se va a integrar ni será absorbida por Podemos", afirma el número dos de la formación en Canarias.
Y es que la experiencia de las dos elecciones del año pasado genera desconfianza. En mayo de 2015 Podemos impulsó la fórmula de las confluencias electorales de diferentes fuerzas para concurrir a los ayuntamientos. En Canarias la principal plataforma fue la que se negoció para el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que saltó por los aires debido principalmente a las diferencias entre Podemos e IUC. Garzón reconoce que a su formación esta experiencia le costó una "trifulca" interna ya que la dirección regional rechazó la confluencia y la asamblea local de la capital sí la aceptó. Varios dirigentes acabaron expedientados, otros se fueron o dimitieron e IUC se vio obligada a recomponer sus listas.
Para los comicios del 20-D también se entablaron negociaciones a nivel nacional entre el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de IU, Alberto Garzón, que finalmente fracasaron excepto en comunidades como Galicia o Cataluña, confluencias que obtuvieron un importante respaldo electoral y escaños en el Congreso.
A priori la dialéctica entre ambas formaciones en Canarias se mantiene. Podemos quiere que "las fuerzas del cambio" vayan juntas para hacer frente al bipartidismo. Así es como lo entiende la secretaria general de Podemos en Canarias, Meri Pita, que niega que la intención de la formación morada sea la de "integrar" a IUC en las listas de Podemos. Pita considera que la fuerza que representa es la que más a avanzado en los últimos meses en el cambio político que necesita Canarias y España y, bajo esa óptica, "hay que avanzar en las negociaciones para que las fuerzas que representamos ese cambio vayan juntas". En su opinión "el bipartidismo se resiste a dejar el poder" y por eso sólo desde la unión de las formaciones de izquierda se puede romper la dinámica del escenario político actual.
Cuestiones "técnicas"
La líder de Podemos en las Islas respeta las decisiones internas de IUC pero considera que el fracaso de las negociaciones para las elecciones generales del 20 de diciembre se debió más a cuestiones "técnicas" más que de "fondo", ya que hay muchas coincidencias entre los programas de ambas formaciones para realizar un cambio social y político en el país y en el Archipiélago.
La experiencias de las Mareas de Galicia o En Comú Podem de Cataluña son "un camino recorrido hacia un proceso unitario realizada desde abajo, no se trata de una suma de letras sino de algo más", afirma Pita.
Lorenzo Garzón recuerda que las confluencias en Galicia, Cataluña o Valencia forman parte de un "trabajo previo" por el que se desembocó en coaliciones electorales en las que se ha respetado la identidad de las fuerzas políticas que concurrieron unidas a la cita electoral del 20-D y que les ha valido una importante influencia en la composición del Congreso, con autonomía en el seno del grupo parlamentario de Podemos, si bien no ha logrado contar con grupo propio como era la intención inicial.
Pero el hecho es que en Canarias no hay la misma tradición de pactos y confluencias de las fuerzas de izquierda como en otras comunidades autónomas y las últimas experiencias no dan pie precisamente a aventurar unas negociaciones fáciles entre las dos organizaciones en Canarias. Sin embargo, las direcciones de ambos partidos están a la espera de lo que se decida en Madrid ya que serán las direcciones centrales las que tomarán la decisión final de aliarse para las próximas elecciones y, a partir de ahí, las organizaciones autonómicas tendrán que emprender las negociaciones formales.
IUC aspira a que si se entablan conversaciones se realicen bajo dos premisas. Por un lado, un pacto en el que se establezcan las bases del programa electoral que se presentará a las elecciones y, por otro, que las candidaturas se confecciones desde el "respeto" en las decisiones y la autonomía de cada formación a la hora de elegir a sus candidatos y su lugar en las listas electorales.
Lorenzo Garzón advierte que las coincidencias entre las dos formaciones se refieren más a las políticas sociales y al mantenimiento del Estado del Bienestar. Sin embargo, el dirigente de IUC añade que también hay cuestiones en las que sí difieren como el modelo de Estado, el euro, la economía o la organización territorial.
Bajo estos condicionantes los dirigentes de ambas formaciones en Canarias esperan por el plácet de Madrid, aunque varios de los representantes que ahora lideran Podemos e IUC se conocen de contiendas electorales de otras épocas o de las movilizaciones sociales. Para Garzón, la sintonía que pueda existir se deba a que las direcciones regionales de Podemos e IUC se conocen. Por su parte, Meri Pita cree que supone un avance que las dos formaciones se conozcan de las movilizaciones realizadas en los últimos años para defender las políticas públicas.
La secretaria general de Podemos en las Islas cree que la próxima semana se sabrá el marco de las negociaciones pero avisa: "sería una estafa para los ciudadanos que no haya cambio".
