Recién salidos de ensayar con su parranda en la cuarta planta del edificio de La Fraternidad de Telde, los doce mayores listos para participar en un debate sobre las elecciones se sentaron en las sillas con pupitre incorporado de color verde que los llevaron a recuerdos de antaño. Bromeando sobre si se trataba de una clase del colegio, y sin saber muy bien a lo que iban, se movían como niños entre sus asientos. Con instrumentos en mano y cantidad de quehaceres por delante, no dudaron en hacer un semicírculo para atender con atención las pautas marcadas para comenzar la reunión informal sobre lo que se avecina el próximo domingo 26 de este mes. Salvador Santana, su profesor, cerró la puerta y los dejó solos ante el peligro. Aunque para peligrosos ellos, que no tuvieron pelos en la lengua para hablar sobre política.
A pesar de no llegar a un acuerdo sobre el tema, hubo un punto en el que todos coincidieron: "En estas elecciones sí se vota". Así, los doce aseguraron su cita con la urna dentro de una semana. Cosa distinta fue contar a quién darían su voto. "Eso es algo muy secreto", comentaban dicharacheras Maquita Pérez y Elba Melián mientras Gertrude Mujica gritaba sin ningún tipo de problema su elección: "Al partido socialista, como la otra vez, a ver si hacen algo por los obreros".
Sin ocultarse, dejó bien claro que le importaba "tres pinos" revelarlo. El resto, más retraído, sólo se mojó al decir que votarían, en su mayoría, al mismo candidato para presidente que en la última convocatoria. Únicamente cuatro han cambiado su pensamiento en estos meses.
Con manos levantadas para pedir turno de palabra, comenzaron a reivindicar los aspectos que más les preocupa, como parte fundamental de la sociedad, y que les toca vivir tras los conocidos recortes. "Nos suben los impuestos y la contribución", se queja Reyes Martel, "pero luego la pensión solo la suben un euro", añade Antonio Melián a la vez que varios de sus compañeros lo corroboran y se ríen "por no llorar". Lo califican de "vergüenza", pero aseguran que hay problemas mucho más importantes.
"Ya no es que nos quiten a nosotros, es que nuestros hijos están en paro y tenemos que ayudarlos", apoyan casi al unísono. Defienden que los jóvenes son de los más afectados, lo que ha causado que los mayores tengan que hacer frente a más inconvenientes. Así, con pagas de 600 euros, "o menos", muchos pensionistas tienen que pagar sus gastos, "cada vez mayores con el pago de medicinas", acoger a sus hijos y nietos u otros familiares enfermos "sin ayudas", comenta Pino Martín.
Mujica, de 83 años, encabezaba un extremo del semicírculo; en la otra punta, Edelmira Ramírez, con 82 primaveras, lo cerraba. Las dos veteranas del grupo fueron, sin duda, las que más polémica levantaron, sin olvidar a la más joven, Martín, de 60 años, que no tuvo reparos a la hora de expresar su opinión. Con una mayoría femenina, los tres varones presentes templaron un poco el patio que, más que animado, estaba caldeado. Eso sí, siempre con abrazos de por medio.
Un ambiente en el que se palpa que el futuro incierto, tirando a negativo, de sus descendientes, les duele más que el suyo propio. No saben cómo se ha llegado hasta el punto en el que se encuentra el Estado que los representa, ni qué proponer para cambiarlo. La seguridad sobre si tomarán una buena decisión el 26 de junio brilla por su ausencia, porque "al final, son todos iguales". No saben lo que quieren, pero lo que sí que no quieren es que se corresponda exactamente con lo que están viviendo. "Pero bueno, a veces es mejor viejo conocido que nuevo por conocer", se resigna la mayoría.
Más vale viejo conocido...
Los nuevos, como Podemos, "unos mentirosos". Los viejos, como el Partido Popular, "experiencia". La mayoría de los pasajeros de este barco, en lucha por que no se hunda, considera que "Rajoy nos ha sacado de la crisis en la que estábamos y con el aprendizaje de estos años ya sabe cómo va". Pero claro, para gustos los colores, y hay quién prefiere el negro. "Al blanquito repetido, no", se escucha de fondo.
"Gracias a Rajoy, cobrando la paga estoy", cita José Morales dejando clara su postura que, rápidamente fue rebatida. "No. Lo que tengo es gracias a mis años de trabajo", aclara Pino Santana apoyada por Mujica, viuda desde los 41 años y con ocho hijos a los que sacó adelante. Fue entonces cuando el nombre de Francisco Franco salió a la palestra.
A pesar de lo mal que se pudo pasar durante aquella época , el grupo ve tan mal el día a día que dan las gracias al dictador por "muchas de las medidas llevadas a cabo". Explican que el trabajo y la seguridad eran aspectos fundamentales que en su época no faltaban y que hoy, "por desgracia", se echan de menos. Aún así, se escandalizan cuando recuerdan la represión o de lo negativo vivido que, para nada, quieren que se repita. "Bueno, quizás lo que estaría bien es un Franco chico", bromean.
"Tampoco pedimos tanto". Confiesan que se conforman con que el partido que los represente mire por el pueblo y "no tire con el dinero para casa". Piden oportunidades para los jóvenes, igualdad en educación, garantías laborales y el cuidado de los mayores, "porque somos necesarios". "Trabajo para todos los jóvenes y jubilación a los que más llevan trabajando", determina Edelmira Ramírez como solución para ambos grupos.
Pino Santana, Gertrude Mujica, Reyes Martel, Pino Martín, Antonio y Elba Melián, Felisa Marrero, Francisco Peñate, Maquita Pérez, Francisca y Edelmira Ramírez y José Morales. Sólo doce nombres de todos los mayores que, con el mismo pensamiento o no, están viviendo una época distinta. Doce votos que, quizás, pueden provocar un cambio "necesario". "Perdona las mentes oxidadas, pero huimos de la novedad, porque lo único que buscamos es seguridad", cierra el debate José Morales.
