"Espabílese, que Podemos nos quita las pensiones", espetó ayer un jubilado a la secretaria general del Partido Popular (PP), María Dolores Cospedal, durante su paseo matinal por la comercial calle Triana de la capital grancanaria ante las elecciones generales del 26 de junio. Entre pensionistas a la sombra, señoras de compras y niños de vacaciones, la número dos de la formación azul tropezó con algún votante morado y la ausencia del expresidente del partido en las Islas y exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.
Junto al sustituto de Soria al frente del PP canario, Asier Antona; la número dos, María Australia Navarro; y las primeras candidatas al Congreso de los Diputados por Las Palmas, María del Carmen Hernández Bento y Matilde Asián, y al Senado por Gran canaria, María Auxiliadora Pérez e Hipólito Alejandro Suárez, la dirigente nacional popular repartió más besos y fotos que programas y papeletas, aunque el jubilado preocupado por el ascenso de la fuerza morada se llevó diez sobres, por si acaso. Por las papeletas también se acercó a María Dolores Cospedal una joven, comercial de una organización no gubernamental, pero para preguntar por la falta, justamente, de las planchas de Podemos entre toda la documentación electoral recibida por vía postal.
"No sabemos por qué, qué raro...", se escuchó entre la comitiva popular, tras el mutis por el foro de Cospedal. El cupo de respuestas sobre la utilización partidaria de las administraciones públicas se consideró cubierto, de antemano, ante las previsibles preguntas de los medios de comunicación sobre la conversación de 2014 entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con el jefe de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso Laso, para buscar algún dato contra los dirigentes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Convergència (CDC).
"Sería bueno que no diéramos la vuelta a las cosas, porque lo importante y lo peligroso es que se pueda grabar en España a una autoridad como el ministro del Interior, luego publicarlo y que no se escandalice todo el país", zanjó la número dos popular en la posterior rueda de prensa del parque San Telmo.
Mejor resultado
A preguntas de la prensa, María Dolores Cospedal pronosticó, "sin lugar a dudas, un mejor resultado que las pasadas elecciones generales y una diferencia todavía mayor con el segundo partido" en Las Palmas, pese al empate de PP y Podemos que dan las encuestas.
Antes de mostrar "mucha tranquilidad y confianza" en la remontada, la dirigente de Génova 13 no sólo desdeñó una repercusión negativa de la primera ausencia de Soria durante una campaña electoral en más de dos decenios, sino que observó una ventaja en su abandono de la política por la vinculación a paraísos fiscales. "José Manuel Soria ha sido un gran presidente del PP canario y hay pocas personas que hayan hecho una renuncia voluntaria y tan generosa a su condición de presidente del partido en Canarias, de ministro y de diputado por trasladar erróneamente una información, no por estar en los papeles de Panamá, y eso lo único que puede hacer es beneficiar al PP porque dio ejemplo con su actitud para no perjudicar a su partido ni a los que votan y apoyan", argumentó Cospedal.
No sólo los periodistas se acordaron del futuro estudiante en la Universidad de Harvard (Estados Unidos), ya que un pensionista, mayoría en Triana durante el horario matinal, preguntó al grupo popular: "¿Dónde está Soria?". "Ya vendrá", respondieron sin más detalles a los ocupantes del banco, incluido otro jubilado "recién llegado de Venezuela". No se debatió entonces con el emigrante retornado sobre la República Bolivariana, aunque las referencias tanto a la octava isla como a Grecia se repitieron ante la prensa para alertar de la "radicalidad" de otras propuestas electorales.
Sin extremismos saludó a la expresidenta de Castilla-La Mancha una pareja de argentinos afincados en Canarias. "Somos votantes de Podemos, pero lo cortés no quita lo valiente", sonrieron a Cospedal desde la terraza de un bar a mitad de la peatonal Triana, escenario del paseo popular durante una hora exacta antes de una reunión con la patronal del turismo.
Tras arrancar con extrema puntualidad junto al barranco Guiniguada, el séquito electoral saludó a comerciantes y viandantes e, incluso, a los voluntarios de una asociación de ayuda a toxicómanos, que colocaron una pegatina sobre la blusa de María Dolores Cospedal. Bajo la estatua de Juan Negrín López, médico grancanario y presidente del Gobierno de la II República, la secretaria general del PP confesó su predilección por el bienmesabe entre los productos isleños, pese a las recomendaciones del grupo de jubilados en favor del gofio o el ron, que aprovecharon para recordar que sus pensiones mantienen "hasta a los nietos".
Ante unas niñas en patines, Cospedal recordó que tiene un hijo de diez años y justo después, que "España estaba en la quiebra y hundida" para replicar el "no hicieron casi nada" exclamado por un viandante. Sin embargo, los piropos se impusieron sobre los reproches, incluso procedentes de un trío de adolescentes, a los que la política popular felicitó al "aprobar todo y cumplir con su obligación".
"Dame un besito que le vemos mucho en la tele", solicitó un varón en la treintena de camino al gimnasio. "Es monísima, más guapa y delgada que en la tele", comentaron algunas señoras sobre María Dolores Cospedal. "La tele es criminal, engorda y hace mayor", explicaron las candidatas del PP.
"Tienen que ganar las elecciones, son el único partido que sabe arreglar las cosas", pidió un comerciante extranjero antes de que la comitiva del PP posara bajo la escultura de Martín Chirino como final del paseo electoral.
