El presidente de la Audiencia Nacional (AN), José Ramón Navarro, negó ayer que se reuniera en Madrid con Miguel Ángel Ramírez para hablar de la causa por fraude fiscal que el empresario tiene abierta en el Juzgado de Instrucción número 8 de la capital grancanaria.
"No es cierto que me reuniera en secreto con Ramírez en Madrid ni ha habido mediación alguna. Nunca he hablado con los instructores de su caso, ni mucho menos he mediado en ese sentido", asegura el presidenta de la Audiencia Nacional a LA PROVINCIA / DLP, que el miércoles publicó una conversación entre Ramírez y Alba en la que el empresario presume ante el juez de haber comido en Madrid con Navarro para hablar de su problema con la justicia.
La alusión al presidente de la Audiencia Nacional se produce en dos momentos de la conversación y forma parta de una grabación mucho más extensa que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha ordenado transcribir a la Guardia Civil.
Dicha grabación, que dura una hora y diecisiete minutos, fue hallada de forma casual por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid. Estaba oculta en la papelera de la grabadora usada por Ramírez para registrar de manera clandestina la charla, tras concertar ambos una reunión en el despacho que el juez tiene en la Audiencia de Las Palmas.
El empresario aportó al TSJC dos archivos en una memoria USB y dijo que el original de la grabadora se había borrado porque el aparato se utilizaba en otras "operaciones", pero la juez que investiga la grabación en el TSJC, Margarita Varona, ordenó a la Guardia Civil que verificara la autenticidad de esos dos archivos del pen drive. Fue en ese momento cuando apareció de forma inesperada otro archivo con la supuesta conversación completa, el cual ha sido limpiado de ruido por la Guardia Civil y será incorporado a la causa mediante su transcripción, entre otros motivos porque hay evidencias de que afecta a más personas, como al mencionado Navarro, al presidente de la Audiencia de Las Palmas, Emilio Moya, y al magistrado de la Sección Sexta en el mismo tribunal Carlos Vielba.
El contenido de esas referencias causó ayer un amplio revuelo en la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, donde jueces, fiscales, funcionarios y abogados siguen con expectación el enfrentamiento que Alba, Ramírez y Rosell mantienen en los tribunales, con querellas cruzadas que están en tramitación por sus actuaciones en el proceso abierto contra el dueño del Grupo Ralons, donde se dilucida si Seguridad Integral Canaria ha podido defraudar más de 30 millones al pagar horas extra a sus vigilantes camufladas en dietas, las cuales están exentas de cotización a Hacienda y la Seguridad Social.
El primero en salir al paso de sus propias palabras, sin embargo, ha sido Ramírez, que se ha desmentido a sí mismo al negar que realmente almorzara con Navarro. El empresario asegura que mintió a Alba para ganarse su confianza, tras comprobar que éste quería ir a por Rosell y revelarle los negocios que tenía con la pareja de la juez, el periodista Carlos Sosa.
