El Partido Popular (PP) empieza a ver alejarse la posibilidad de entrar en el Gobierno de Canarias. Se multiplican las dudas sobre si la estrategia marcada por Asier Antona, presidente de la formación, es la adecuada. Las líneas rojas pintadas desde la apertura del diálogo con Coalición Canaria (CC) -bajada del IGIC o el ultimátum del martes, por ejemplo- se han convertido en lastres que han conducido el diálogo a un callejón del que solo el PP sólo puede salir rebajando las pretensiones iniciales.
La reunión de anteayer de Antona con el presidente canario, se redujo a que Fernando Clavijo (CC) le hiciera llegar el malestar que había causado entre los nacionalistas que todos los medios de comunicación estuvieran avisados de la existencia del encuentro. De ahí que mientras el líder de los populares salió de esa cita asegurando que se había acordado volver a reunir la mesa de negociación, el secretario general de CC, José Miguel Barragán, sostuviera que nada había cambiado y, por tanto, no se preveía ningún nuevo encuentro por el momento.
El mismo anuncio de la apertura del diálogo por parte de Antona, el pasado 8 de junio, causó extrañeza en las filas nacionalistas. "Lo habitual es que antes de hacer público algo así los dos partidos exploren de manera discreta las posibilidades que tienen de llegar a buen puerto", señalaron fuentes nacionalistas.
En Coalición no entienden por qué el PP ha planteado la negociación a base de órdagos. Sobre todo porque la debilidad de los nacionalistas, con solo 18 diputados de los 31 que se necesitan para sacar adelante las votaciones en el Parlamento, está atenuada por el valor del único voto con que cuentan en el Congreso de los Diputados. Ana Oramas ha sido necesaria y continuará siéndolo para que Mariano Rajoy pueda sacar adelante los presupuestos estatales.
Ahora o nunca
Es la necesidad - o utilidad- recíproca la que lleva a pensar a CC que si las conversaciones deben ir más allá del próximo miércoles, fecha tope señalada por Asier Antona, Génova intervendrá para extender el plazo. Sin embargo, el presidente de los populares canarios no actúa como un lobo solitario.
Ha pintado en rojo ese día porque entiende que si la entrada en el Ejecutivo no es inminente, carece de sentido. Se ha superado con creces el ecuador de la legislatura y a punto está de rebasarse el tope para un tiempo mínimo de gestión; opinión que comparten en Madrid. Ahora bien, una semana más o menos no cambia nada.
El presidente de los populares ya ha tenido que ceder en su pretensión de bajada lineal del IGIC del 7% al 5%. Prefiere ahora hablar de un alivio fiscal para los ciudadanos propiciado por una reforma fiscal amplia -IRPF incluido- con bajadas selectivas y estratégicas de la imposición indirecta. Se ha situado en posiciones que sí aceptan los nacionalistas, con lo que se ha avanzado en uno de los puntos importantes y que más separaba a ambas formaciones al principio.
En Coalición aeguran no entender el motivo del presidente de los populares para conducir las conversaciones con aspereza. Incluso ya descuentan que van a tener que ceder la Vicepresidencia y la Autoridad Portuaria de Las Palmas. A partir de ahí la diferencia es conocida: CC entiende que los doce diputados populares merecen tres consejerías, pero no pone líneas rojas que impidan llegar a las cuatro que reclama el PP.
Los dos partidos han de preservar la cordialidad mutua. De no ser así, podrían hacerse daño, mucho, tanto en el Archipiélago como en Madrid; el PP bloqueando el Gobierno de Clavijo aquí y Ana Oramas (CC) cerrando allí el paso a Rajoy.
Por otro lado, se trabaja con la posibilidad de que las dos fuerzas nacionalistas con presencia en el Congreso de los Diputados trabajen unidas en la defensa de los intereses de Canarias en Madrid. Es decir, que Oramas y Pedro Quevedo, Nueva Canarias (NC), formen un bloque común en asuntos como la aprobación de los presupuestos. Tiene lógica y CC ganaría cuota de presión ante el Gobierno central, lo que obligaría al PP nacional a pedir mesura a Antona. Desde NC negaron ayer cualquier tipo de contacto en esa dirección. Fuentes de los nacionalistas de izquierdas sostuvieron que forman parte de la oposición en ambos parlamentos -nacional y regional- si bien están dispuestos a negociar tema a tema con los respectivos gobiernos sin ataduras previas.
