Los grupos de la oposición en el Parlamento de Canarias han postergado hasta septiembre la búsqueda de una fórmula que les permita la destitución de Santiago Negrín como presidente del consejo rector de la Radiotelevisión Canaria (RTVC). Partido Socialista Canario (PSC-PSOE), Partido Popular (PP), Podemos y Nueva Canarias (NC) no cejan en su intención de deponer del cargo a Negrín pero ayer constataron la imposibilidad de hacerlo por medio de un pleno extraordinario durante el próximo agosto, una vía que las fuerzas políticas sondearon en la reunión que mantuvieron ayer en la cuarta planta del Parlamento regional, en los despachos del grupo parlamentario del PP.

En la reunión estuvieron presentes los portavoces del PP y NC en el Parlamento, María Australia Navarro y Román Rodríguez, y el diputado de Podemos Juan Márquez. El portavoz del PSC-PSOE, Iñaki Lavandera, estuvo en contacto telefónico. Márquez explicó al término de la cita que la oposición -toda salvo la Agrupación Socialista Gomera de Casimiro Curbelo, próxima al gobierno de Fernando Clavijo- no se mueve ni un ápice de su idea: "Insistimos en que Negrín debe dimitir antes de que lo cesemos". Sin embargo, la destitución no se producirá en agosto. En primer lugar, porque agosto es, en principio, un mes inhábil en la Cámara regional, de modo que una eventual sesión plenaria tendría que ser convocada por la diputación permanente; en segundo lugar, porque la propia ley que regula la RTVC marca unos plazos para la destitución y posterior nombramiento de la nueva presidencia. "Las circunstancias nos obligan a esperar hasta septiembre", insistió Márquez.

Será así en septiembre cuando intenten llevar a votación la destitución de Negrín, que solo podrá salir adelante, apunta Márquez, con el apoyo de tres quintos del Parlamento en primera votación -36 escaños-, una cantidad que superan los cuatro grupos de la oposición, que llegan a 39 diputados. No obstante, la destitución no impediría que Negrín siguiera como consejero de la RTVC, ya que para que dejara de serlo sería necesaria una mayoría de dos tercios, es decir, 40 diputados, uno más de aquellos con los que cuenta la oposición.