Los socialistas canarios están determinados a buscar un espacio propio y relevante en la política de las Islas y creen que están en condiciones de sacar partido en el actual contexto de Gobierno en minoría. El PSOE quiere aprovechar su inminente XIII Congreso regional, entre el 15 y el 17 de este mes en Gran Canaria, para aprobar una nueva estrategia política que supone, de facto, acabar con el actual bloque de oposición con NC y Podemos. El objetivo es diferenciarse sin que ello suponga negar la posibilidad de alcanzar acuerdos parlamentarios concretos en materias importantes con Coalición y con el resto de grupos.
De esta forma, cree que podrá marcar la agenda política del Archipiélago en lo que queda de legislatura hasta las elecciones de mayo de 2019, cuando buscará una victoria electoral, en votos y en escaños, que le de la oportunidad de liderar un "pacto progresista por una Canarias progresista".
Este es, de hecho, el lema de la ponencia marco elaborada por la gestora del PSOE y que se someterá a debate y votación en el cónclave socialista una vez discutidas e incorporadas las enmiendas presentadas por las distintas asambleas locales, que hoy mismo inician también el proceso de elección de delegados. El documento deja claro que el partido debe abrir en Canarias una nueva etapa a partir de la hoja de ruta aprobada en el reciente congreso federal, en el que el lema de "Somos la izquierda" es el "inequívoco mensaje que debe marcar la estrategia para los próximos lustros".
Es desde esta posición desde la que, según el documento y distintos dirigentes consultados, se debe establecer la futura estrategia a medio y largo plazo, con el objetivo de ser el partido de referencia de la izquierda en las Islas y de vocación social mayoritaria que, de no poder gobernar en solitario, "apostará por un pacto con los progresistas que permitiría el despliegue del conjunto de medidas planteadas en ámbitos tan relevantes como los de la cohesión social y el respeto a las cuestiones medioambientales".
Pero hasta entonces, el PSOE debe perfilar cómo afrontar lo que queda de legislatura tras su reciente y traumática ruptura con CC y salida del Gobierno de coalición junto a los nacionalistas. Pese al duro reproche que el documento realiza los exsocios, la mayoría de los dirigentes consultados reconocen que ahora se abre un espacio en el que la búsqueda de ese perfil propio y de referente de la izquierda no entra en contradicción con la búsqueda de acuerdos en el Parlamento que conlleven medidas que supongan mejoras en las condiciones de vida de los canarios. Esto se puede llevar a cabo fundamentalmente con la mayoría de CC que apoya al Ejecutivo de Fernando Clavijo, pero también en su caso con la participación de otros partidos de la oposición. Presupuestos para 2018 y reforma del sistema electoral son dos de las cuestiones importantes en las que el PSOE quieren dejar su impronta.
Será el nuevo secretario general, Ángel Víctor Torres, y la nueva Ejecutiva que conforme tras el congreso del partido, quienes determinarán la intensidad de esa posible colaboración de CC y el margen que se dan para ello. Los socialistas dan por hecho de que "no es tiempo de hablar de una moción de censura" y que deben centrar los esfuerzos en tratar de marcar la agenda política, tal como señala el documento base. En él se denuncia que a lo largo de la legislatura se fue evidenciando "un antagonismo entre nuestras políticas de priorizar los servicios sociales y a las personas (?) frente a las políticas clientelares e insularistas de nuestro socio de gobierno".
A partir de esta situación, se consideró "inviable la presentación de una moción de censura con visos de prosperar al no contar con suficientes diputados progresistas". La ponencia concluye así que "el PSOE de Canarias ha asumido el liderazgo de la oposición, donde trabaja actualmente, y debe seguir haciéndose en lo que resta de legislatura, con rigor, fiscalizando al gobierno en minoría de CC y efectuando propuestas que permitan marcar el rumbo el Gobierno de Canarias, impulsando e imponiendo medidas que defiendan el interés general de la ciudadanía".
"Huérfamos"
Tanto el documento como la mayoría de los dirigentes consultados resaltan que la estrategia política debe ir acompañada de una "recuperación orgánica" de los socialistas canarios, reconociendo que "el partido no ha funcionado en los últimos años" por el "vacío orgánico" existente y haber "dejado huérfanos" a la militancia y a los cargos públicos. La ponencia señala como objetivo "volver a ser un partido vivo, más participativo y generador de debates de ideas, que cuente con una estructura sólida que permita fijar posiciones políticas que puedan ser defendidas por todos los socialistas en sus distintas responsabilidades públicas".
Para ello, el sector que apoyó a Torres como nuevo secretario general en las primarias de julio considera que éste debe contar con un amplio margen para confeccionar la nueva Ejecutiva en la que, más allá de que estén integrados de alguna forma los distintos sectores, cuente con un "núcleo duro" capaz de tomar decisiones, y una mayoría que las apoye sin hostilidades internas.
En todo caso, la nueva Ejecutiva tendrá su primer frente abierto en el nombramiento de la dirección del grupo socialista en el Parlamento de Canarias, en el que se dan por seguras las sustituciones de Patricia Hernández como presidenta del grupo, y de Iñaki Lavandera como portavoz.
Distintas fuentes consultadas apuntan a que la secretaria general de los socialistas de Lanzarote, Dolores Corujo, podría recuperar el puesto que ya ocupó al inicio de la legislatura y que dejó a Patricia Hernández cuando ésta salió de la Vicepresidencia del Gobierno, y que para la portavocía se barajan los nombres de los tinerfeños Gustavo Matos y Héctor Gómez, descartándose en principio la de la diputada grancanaria Neyra Alemán.
