Antonio Morales volvería a ganar las elecciones al Cabildo de Gran Canaria si se celebrasen en estos momentos. El exalcalde de Agüimes se mantendría firme en la presidencia de la institución insular. Su partido, Nueva Canarias (NC), seguiría como primera fuerza política, aunque podría perder un consejero. Mientras que en el Cabildo de Tenerife, su presidente, Carlos Alonso, pierde fuelle. Coalición Canaria sufriría un varapalo histórico en esta corporación al obtener sólo ocho consejeros. A pesar de ello tendría dos opciones de pacto para mantenerse en el gobierno: repetir con el PSOE como compañero de viaje o elegir al PP.

Si las elecciones fueran hoy, NC volvería a presidir el Cabildo grancanario, con el 26,20% de los votos. Bajaría levemente 0,65 puntos respecto a la cita electoral de hace dos años, pero continuaría como la primera fuerza insular, con entre ocho y nueve consejeros. La subida del PSOE, que ganaría un consejero y tendría seis en total, y la continuidad de Podemos, que podría mantener sus cuatro representantes, garantizaría una mayoría de al menos 15 consejeros, que son necesarios para tener la mayoría en el pleno. Esta circunstancia permitiría volver a conformar un bloque de izquierdas y reeditar el actual acuerdo tripartito.

La victoria de NC se asentaría sobre todo en la figura de Antonio Morales, un activo muy importante para la organización nacionalista. El exregidor se ha convertido en el principal ariete del Gobierno regional y son constantes sus enfrentamientos con el jefe del Ejecutivo, Fernando Clavijo, de CC.

Morales podría volver a encabezar la alianza a tres bandas entre NC, PSOE y Podemos, según la encuesta de Agora Integral y Hamalgama Métrica para LA PROVINCIA/DLP, realizada entre el 10 y el 25 de agosto, con 1.980 encuestados en todas las Islas y con un margen de error del 2,20%.

Los datos demuestran el baile de consejeros en el mapa político del Cabildo grancanario debido a la Ley D'Hondt, un sistema de cálculo proporcional que divide el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos de cada circunscripción.

La aplicación de este sistema en la isla hace que conseguir un consejero esté muy reñido. Un puñado de votos inclinaría la balanza hacia uno u otro partido. Por ejemplo, según el sondeo, el PSOE lograría un consejero más gracias a apenas unos 200 votos de diferencia respecto al PP; y Podemos se quedaría con un integrante menos al perder 300 votos.

Así, los socialistas se mueven en una horquilla de entre cinco y seis consejeros, frente a los cinco de ahora. La ola del secretario general, Pedro Sánchez, favorece al partido en la isla, que sube del 14,75 al 17,7% en intención de voto.

También el PP remonta y registra una notable subida del 17,78% al 20,90%, lo que se traduciría en seis o siete consejeros, por lo que ganaría uno. Ello se debe especialmente a que Unidos por Gran Canaria (UxGC), encabezado por el expresidente insular José Miguel Bravo de Laguna, pierde tirón, con 2,52 puntos menos y pasaría de cuatro a dos o tres consejeros como máximo. El PP se beneficiaría, por tanto, del trasvase natural de sufragios y recuperaría votantes.

Otro factor clave en el repunte de los populares es la desaparición de UPyD, que en 2015 cosechó 3.298 votos para el Cabildo y esos apoyos se repartirían. Esos votos irían una parte a la abstención y otra al PP y a Ciudadanos. El sondeo predice que el partido de Albert Rivera cruzaría la barrera del mínimo e irrumpiría en la corporación insular con un miembro.

Podemos tiene un suelo importante de respaldo ciudadano, por lo que su fractura interna no le perjudicaría demasiado en el Cabildo grancanario. La formación morada caería del 13,58 al 12,10% en respaldo y podría perder un consejero de los cuatro que obtuvo hace dos años. En la actualidad, dos de sus integrantes mantienen la disciplina del partido y los otros dos figuran como no adscritos y forman parte del gobierno insular tras la ruptura del grupo.

En el caso de Coalición Canaria, según la encuesta, el retroceso de Unidos y la ley D'Hondt le reportaría incluso tener hasta dos consejeros, -uno más que ahora- con el mismo porcentaje de votos.

Caída en el bastión de CC

En el Cabildo de Tenerife, uno de los bastiones de CC, los nacionalistas perderían dos consejeros, quedándose en ocho y sufrirían un desplome significativo de votos, del 29,15 al 24,30%. Coalición podría estar pagando el desgaste de 30 años continuados al frente de la corporación insular y la fragilidad de la formación en el Ejecutivo regional, donde gobierna en minoría.

De hecho, la bajada de CC de 4,85 puntos porcentuales en intención de voto a la corporación insular coincide con la caída de casi cuatro puntos en los sufragios a este partido en Tenerife al Parlamento regional, según la muestra.

Detrás de las cifras podría haber varias causas. El llamado caso Sinpromi, sobre supuestas irregularidades en una empresa pública del Cabildo dedicada a la integración social y laboral de discapacitados, junto a otros casos como el de Carreteras, ligado a la contratación viaria, y el presunto desfalco en el Recinto Ferial, han puesto en duda la actuación del Cabildo tinerfeño y eso afectaría indirectamente a la imagen de su presidente, Carlos Alonso, aunque la mayoría de los casos no tienen que ver con su gestión.

Esta situación provocaría el trasvase del voto conservador de CC al PP, que aumentaría del 19,78 al 24%, un avance relevante, ya que pasaría de seis a siete u ocho consejeros populares, cifra similar que alcanzaría el PSOE, que quedaría, no obstante, como tercera fuerza en Tenerife con el 23,30% de votos.

Los nacionalistas podrían revalidar el pacto con los socialistas o cerrar un acuerdo con los populares. O bien, en caso de sumar, PSOE y PP podrían tener una oportunidad histórica para desbancar a CC del poder en tres décadas.

Si hubiera que acudir hoy a las urnas, las discrepancias entre Podemos y Alternativa Sí Se Puede les haría perder un consejero. Mientras que la debacle de CC también repercutiría en Ciudadanos, que pasaría de uno a dos representantes.