Los derrotados en el XIII Congreso Regional del PSOE de Canarias, celebrado el pasado fin de semana en Vecindario (Gran Canaria), tratan de atrincherarse en el grupo parlamentario. Los socialistas cerraron su cónclave sin despejar la incógnita de quiénes ocuparán la presidencia y la portavocía de los diputados canarios, un interrogante que despejará este sábado la nueva dirección del partido, que baraja la remodelación del grupo. Si bien, la actual presidenta del mismo, Patricia Hernández, que perdió en julio las primarias para liderar la organización política -proceso que ganó Ángel Víctor Torres- se aferra a su puesto. Además, la falta de unidad de criterio en el seno del grupo en la Cámara tiene ya consecuencias. Ayer mismo, el partido se vio forzado a aplazar una iniciativa debido a la división interna.
El nuevo secretario general del PSC-PSOE, Ángel Víctor Torres, configuró el domingo una ejecutiva renovada e intentó integrar todas las sensibilidades y corrientes de la formación, aumentando a 46 los miembros de este órgano. Su lista recibió el apoyo del 69,63% de los 214 delegados presentes.
Hernández queda fuera de los órganos de dirección, aunque sí formará parte del Comité Regional. La diputada aspira a seguir como presidenta del grupo parlamentario, ya que valora presentarse a las primarias para optar a la Presidencia del Gobierno regional en 2019 y dirigir el grupo en el hemiciclo supondría una plataforma mediática y contribuiría a su proyección pública.
Hernández quiere trasladar que representa el ala más dura contra Coalición Canaria. De los 15 diputados socialistas en la Cámara regional, ocho son afines a Torres, mientras que el resto apoya a la dirigente tinerfeña, por lo que el pulso entre los dos bandos es patente.
Quién preside el grupo no es baladí y eso condiciona a su vez quién ejercerá como portavoz, en sustitución de Iñaki Lavandera, que lo ocupa actualmente. Hay cuatro nombres en liza: Dolores Corujo, Nayra Alemán, Gustavo Matos y Gabriel Corujo y su responsabilidad en el grupo dependerá de lo que ocurra con Hernández.
Entre otras funciones, el presidente de un grupo parlamentario se encarga de formular las preguntas al presidente del Gobierno canario en cada sesión de control e intervenir en el debate del estado de nacionalidad, por lo que su protagonismo es indudable. Asimismo, la presidencia supone cobrar al mes 3.868 euros, más un complemento de 1.019 euros, eso sin contar dietas.
Ante el panorama abierto en el PSOE, son esencialmente tres las tesis que hay sobre la mesa. La primera opción es dejar a Hernández como presidenta y designar a Dolores Corujo o Nayra Alemán como portavoz. La segunda hipótesis es dejar la presidencia vacante, apartar a Hernández. Y la tercera alternativa sería mantener la presidencia, pero en manos de Dolores Corujo, que es quien tendría más papeletas para asumir esta tarea.
Sea como fuera, la incertidumbre sobre la cúpula del grupo socialista ya le pasa factura. Ayer, el partido tuvo que retirar una iniciativa del orden del día del pleno ante la falta de unanimidad y consenso y para evitar escenificar en el hemiciclo sus discrepancias a través del voto.
El texto de la discordia fue una proposición de Ley de modificación del Estatuto de la Capitalidad Compartida de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, un documento presentado por Patricia Hernández, Iñaki Lavandera y Victoria Hernández a finales de junio en La Palma durante la campaña de Patricia Hernández previa a las primarias para optar a la secretaría general del partido y sin comentar nada antes en el grupo.
Precisamente ayer, Ángel Víctor Torres se trasladó a Tenerife y, en horas del mediodía, tuvo una primera toma de contacto con los diputados del PSOE, a quienes demandó coherencia y disciplina. Lanzó, así, un aviso a navegantes.
Acudió a la cita acompañado por el secretario de Organización, Jorge González, y Ramón Morales, que no tiene cargo orgánico, pero es una persona de su confianza. Torres expuso su hoja de ruta e intercambió impresiones con los diputados, aunque no pudo exponer todos los puntos que llevaba en su agenda, ya que tuvo que salir rápido hacia el aeropuerto, al conocerse la noticia sobre el incendio forestal en la cumbre de Gran Canaria.
