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Sánchez: "Negrín y su hermano tenían ideas opuestas, pero se respetaban"

El teólogo analiza en un libro a la familia del expresidente de la República a través de su correspondencia - Se presenta hoy en la Fundación del estadista

De izquierda a derecha: Julio Sánchez y Pedro Fuertes, ayer, durante la presentación en la Fundación Negrín. SABRINA CEBALLOS

El sacerdote y teólogo Julio Sánchez Rodríguez sostuvo ayer que "Juan Negrín y su hermano tenían ideas opuestas, pero se respetaban". El investigador hizo estas declaraciones durante la presentación de su libro El padre Heriberto Negrín y su familia, que hoy se descubre en sociedad en un acto conducido por el sacerdote y periodista Pedro Fuertes Combarros, a las 19. 30 horas, en la Fundación Negrín. Sánchez, que ayer estuvo acompañado por Fuertes, además de la nieta del estadista grancanario Carmen Negrín, y el presidente de dicha institución José Medina, añadió que "nunca hubo reproches entre los hermanos. Y entre más sufrieron más unidos estaban, ya que habían sido educados por su padre en el amor fraternal".

Sánchez ha realizado este estudio partiendo de las homilías que Heriberto escribió para festividades religiosas de su isla y de las cartas que halló buceando en archivos de la referida fundación en su sede de Gran Canaria, pero también de otros lugares como Sevilla.

El libro, que ha sido promovido por la Fundación Negrín, desvela aspectos humanos del expresidente de la II República. El sacerdote destacó una carta dirigida por Juan Negrín a sus hermanos Heriberto y Lolita en la que, tiempo después de que ambos hubieran tenido que huir a Francia, "les dice su situación, que ha llegado a la quiebra y a la ruina" tras deambular de un país a otro entre Europa y América agotando sus recursos durante su prolongado exilio.

Sánchez también destacó otra en la que el médico y político grancanario, tras el final de la guerra civil, decide que su familia se fuera exiliada a Francia, "porque el apellido Negrín fue proscrito desde el principio". El sacerdote rememoró el largo peregrinaje que los hermanos y la madre del presidente republicano tuvieron que pasar hasta verse a salvo y destacó cómo Heriberto, en su ruta hacia la frontera, vivió un momento de especial peligro cuando, al llegar a Alicante, "los anarquistas lo detuvieron al saber que era cura y lo quisieron fusilar". Si bien escapó a la muerte porque, "casualmente, en Alicante había un diputado socialista que le ayudó a escapar oculto en un coche". Según Sánchez, Juan Negrín ayudó siempre a su familia y en un tiempo les llegó a enviar "50.000 francos todos los meses", incluso a la muerte del hermano mayor, su hijo Rómulo se haría cargo de ayudar a sus tíos. Y el experto subrayó que la hermana Lolita tuvo relación con la cofradía y el colegio de Los Negritos, a donde iban los niños nativos de Poo más inteligentes para que volvieran más formados a la ex colonia española. "Son un total de 63 cartas que abordan todo tipo de cosas, desde las personas, las situación económicas o las enfermedades". Destacó además que el libro incluyera las partidas de bautizo y nacimiento de cada miembro de la familia.

Aventajado

Pedro Fuertes, por su parte, recordó que Heriberto "estudió en el colegio Corazón de María" donde "fue un alumno aventajado". El joven prosiguió sus estudios en Badajoz y se estableció en Sevilla como diácono. El sacerdote recordó que, tras la guerra civil, Heriberto, junto a su madre y hermana huyen de España y recorren Marsella, París, Touluse, Londres, etc. Pero allí, el hermano del estadista "permanecerá atento a la vida y misión de los Claretianos". Para Fuertes, todas las cartas de Heriberto rezuman "cariño y cercanía, y revelan una gran confianza que está más allá de la política". En cuanto a los sermones, Fuertes subraya que "en ellos palpitan la emoción de un creyente, la erudición de un hombre culto y formado, y el estilo elaborado de un escritor al que le gustaba cuidar la forma". En su opinión, se trata de un libro "necesario para que esta familia recobre la estima y el buen nombre que había perdido por envidia o ignorancia", y escrito en un estilo "claro, abierto y lúcido que todo el mundo pueda entender".

Carmen Negrín confesó que había "descubierto mucho" que no sabía de su propia familia y añadió que había mucha complicidad entre ellos. "Entre mi abuelo y Heriberto hubo una amistad que duró todo el tiempo", y describió a este como una persona "sencilla, humilde, cariñosa y alegre", cuya felicidad venía por su fe. "Él se encargaba de seleccionar los libros eclesiástico que luego enviaba a su hermano", dijo. José Medina recordó que Sánchez ha partido de unas homilías que llegaron casualmente a sus manos descubriendo "documentos inesperados y muy sorprendentes".

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