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El hidalgo y su escudero robótico

Ricardo Frazer ha recorrido los colegios e institutos de Canarias para transportar a los estudiantes al mundo del teatro y la literatura - Un R2D2 original hace de Sancho Panza

Hace mucho, mucho tiempo, unos 39 años, en un rincón de California, el director estadounidense George Lucas creó una de las mayores sagas cinematográficas de toda la historia, La Guerra de las Galaxias. Aquella historia que creó ha quedado inmortalizada en los niños de todas las edades, de 7 a 99 años. En el ensamble de todo ese aparato que hoy conforma el universo de Star Wars, el cineasta mezcló con gran habilidad diversos géneros como el western, el cine de aventuras o el género fantástico.

Lucas construye un admirable espectáculo que mezcla el futuro con un pasado repleto de leyendas y gestas heroicas al mezclar elementos del mundo futuro de la ciencia-ficción tradicional con todo el acervo de leyendas y grandes clásicos de la literatura del planeta Tierra: el Beowulf, Ramayana, Gilgamesh, La fortaleza escondida del director, Akira Kurosawa, Lawrence de Arabia, o hasta el máximo representante de la literatura española: el Quijote.

En aquella galaxia llena de batallas espirituales entre jedis y sith y enfrentamientos políticos entre el Imperio Galáctico y la Rebelión, dos de sus personajes más célebres recordaban a Alonso Quijano, y a su inseparable escudero Sancho Panza. Se trata de los únicos personajes que aparecen en todas las películas de la saga: C3PO y R2D2. El primero, como Alonso Quijano, es alto, delgado y bastante estirado; mientras que el segundo es bajito, redondo y algo protestón, al igual que el escudero Sancho Panza. Idealista uno, y el otro, más práctico, lo devuelve a la realidad. Otra diferencia: muy culto el primero; más burlón el segundo.

R2D2 sale de la gran pantalla y abandona a Luke Skywalker y Obi Wan Kenobi para unirse a las aventuras del hidalgo moderno, el actor argentino y coproductor de películas como La misión, Ricardo Frazer. El artista emprende cada año junto con la Asociación Cultural Tempestades, dirigida por María Bilbao, un proyecto para acercar los grandes clásicos de la literatura de una forma única y amena a los estudiantes de todo el territorio nacional.

Este androide, junto al actor, revisa la historia que cambió el rumbo de la literatura, el Quijote, en la obra teatral R2D2 y el Caballero de la Triste Figura.

El protagonista origina así un pulso entre la inteligencia humana y artificial en un duelo interpretativo sobre las tablas lleno de humor, magia y locura. De esta forma, se originan momentos desternillantes para deleite de los más pequeños, y también de los mayores.

Cabe destacar que el R2D2 se presenta como un prototipo único, "es uno de los 96 robots auténticos que se usaron en El Imperio Contraataca", anuncia la directora y "obrera del teatro", María Bilbao.

Antes de contar con la colaboración del célebre androide galáctico, a Frazer le hacía compañía otro famoso, Robby Robot más conocido comoB-9, en la popular serie de los años 70, Perdidos en el espacio. "A través de ahí conocí al equipo de ingenieros de Lucas Film que hacen los R2D2 y al propio George Lucas, que está encantado con la labor que hacemos" afirma el artista que enseña la firma que el cineasta y el actor que se escondía bajo la carcasa de este dicharachero personaje, Kenny Baker, han inmortalizado en este Sancho Panza robótico.

La literatura y el teatro se dan la mano en el trabajo que realizan María y Ricardo, que emulan a Lorca y La Barraca -con la que el poeta granadino de la Generación del 27 llevó el teatro a todos los rincones de España durante la II República-, y no paran de recorrer, con un gran espíritu juvenil, toda la geografía nacional, viajando siempre en una caravana, contra viento y marea, para lleva a los estudiantes la emoción de la mejor literatura, sembrando tempestades de poesía y recogiendo vientos de sentimientos y vocaciones literarias.

"Entre los jóvenes está generalizada la idea de que la literatura y el teatro aburren y quiero demostrarles lo contrario", admite el artista que reconoce que hay un problema a la hora de enseñar los grandes clásicos de la literatura. "El lenguaje con el que se enseña no es el apropiado. Muchas de las obras están en castellano antiguo y eso no ayuda a que los chavales se interesen por obras como el Quijote". "O les resulta difícil entender a maestros de la literatura como Neruda o Miguel Hernández -afirma- por eso creamos un puente de unión para motivarlos a leer y conocer los grandes clásicos de la literatura".

Además, después de cada función, Frazer entabla un diálogo con los jóvenes, siempre con la finalidad de adentrarlos en el mundo de la literatura y de los sentimientos. Uno de los ejemplos que siempre les transmite es que Steven Spielberg, antes de dirigir una película, tiene que leer e imaginar para crear las maravillas que luego plasma en la gran pantalla. "Quiero convencer a los jóvenes de que luchen por la libertad de la imaginación, que lean y que imaginen; que no se limiten a que se lo den todo hecho, y potencien esa cuarta dimensión que es la mente humana".

Una "misión pedagógica"

Esta iniciativa, llevada a cabo a partir de 1990, les ha llevado a ser conocidos por muchos colegios e institutos hasta el punto de que los alumnos que en su día le vieron, los llamen ahora como profesores para trasladar a sus alumnos la sabiduría que en su día recibieron. "Leyendo un libro de agradecimientos, vi que un joven Carlos Latre afirmaba que nos entrevistaría cuando fuera un periodista famoso", recuerda María Bilbao.

El considerado el juglar de los colegios ha recorrido la geografía insular en los últimos 25 años. Este 2016, desde el pasado 22 de enero, ha visitado colegios de Telde, Guía, Vecindario, Agüimes o Gáldar, al igual que muchos otros en Tenerife y Fuerteventura, donde junto con la colaboración de su fiel escudero, R2D2, ha trasladado a miles de estudiantes canarios la magia y emoción del mundo de la literatura y el teatro.

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