El poeta grancanario Justo Jorge Padrón señaló ayer que "la razón de ser de Pino Ojeda ha sido el arte en estado puro". El autor de Los círculos del infierno hizo esta afirmación en el Gabinete Literario, durante una lectura de poemas de la escritora de Teror como previo a la XXVIII Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria que comienza mañana jueves en el parque de San Telmo y como uno de los actos programados dentro del proyecto Nadie es profeta en su tierra que se realiza de forma paralela en Teror y Las Palmas con conferencias, lecturas, etc., centradas en las facetas artísticas de la poetisa.

Al acto asistieron, entre otros, el director de cine y nieto de la escritora, Domingo Doreste, que acaba de finalizar la película La habitación del fondo sobre la vida y obra de su abuela; la profesora de la ULPGC y biógrafa de la escritora, Blanca Hernández ; la actriz que interpreta al personaje de la artista en el filme Esther Munuera; el cónsul de Italia en Gran Canaria y directivo del Gabinete Literario, Carlo di Blasio; y la concejal de cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Encarna Galván. Justo Jorge Padrón afirmó que conserva una imagen de Pino Ojeda como "una mujer bondadosa y profundamente sensible" cuya obsesión por la creación artística la llevó en primer lugar a la poesía, luego a la pintura, y más tarde, con menos asiduidad, a la escultura y la cerámica. "En cualquiera de estas manifestaciones mostró una humilde comprensión de los seres humanos" y durante décadas "el deseo de dar rostro a lo irreal, buscar el impulso que le diera entrada a una poética de los sentidos".

El poeta grancanario leyó su poema Madre universal dedicado a ella, y de la propia Pino Ojeda recitó títulos como Te busqué por los sueños, Lo citó la misma piedra, Yo presiento mi fin, o Cuando digo tu nombre. Blanca Hernández recordó que Pino Ojeda desarrolló una carrera poética en Canarias de gran importancia y "atípica para su época" porque escribió, abrió una galería de arte, fue pintora autodidacta "en una época en la que la mujer estaba recluida al hogar y los hijos". Hernández añadió que su figura "sigue sin estar reconocida y falta estudiarla en la secundaria".

Esther Munuera, por su parte, recordó que a Pino Ojeda le tocó vivir una época complicadísima para una artista. "En el filme interpreto su época adulta y muestra por qué pintaba y lo que tenía dentro".