El bajista y productor Charlie Moreno (Las Palmas de Gran Canaria, 1970) se declara esclavo del funk. Su habitual rol de instrumentista, del que ha mostrado una notable solvencia en los tres discos publicados hasta la fecha -Subway to Venus es la última referencia de estudio de 2010- cede ahora el protagonismo a una banda bien armada en las artes de este sonido deudor de James Brown. Powafunk es el nuevo proyecto y título del álbum homónimo en el que se ha embarcado este grancanario afincado en Barcelona, donde da clases y trabaja en su propio estudio. "El funk es mi lengua madre", explica Moreno antes de volar hacia la Isla donde este viernes presenta la banda y el repertorio en el Rincón del Jazz del Auditorio Alfredo Kraus, a las 21.00 horas. El sábado 11, el Teatro Leal en La Laguna completa el segundo de los conciertos en las Islas.
Con las voces de Alex Delgado y Alba Pérez, y una banda que integran Marc Quintillá, a las guitarras; Jeffe Otto, a la batería y percusión; Roberto Albrecia al saxo; Leo Torres, trompeta; y Charlie Moreno, al bajo, se ha gestado un repertorio de funk grueso, por el que fluyen con soltura los guiños al propio James Brown, a Prince, a Neil Rodgers y su característico riff de guitarra, además de reverenciar a grupos del sonido disco de finales de los años 70 del pasado siglo, caso de The Whispers, banda de Los Angeles, de quien actualizan And The Beat Goes On.
"Esa línea de bajo es irresistible, es un clásico", apunta Charlie Moreno cuando se le cuestiona por esta pieza que evoca descaradamente la pista de baile, al igual que el resto del álbum. En trabajos anteriores ya se manifestaba esa fijación por el funk si bien no de manera tan directa. "Ya había fusionado el funk con el jazz, el flamenco y sonidos africanos incluso, pero este disco es otra historia". Temas como el que da título al disco y grupo, y otros como Show me love, Lost in your Eyes, Baby I Want You, Only Girl (In the World), Hit Me o Karma Coming, delatan sutilmente su percha jazzística pero sin duda son una enérgica tarjeta de presentación para la fiesta colectiva.
Con un acertado balance entre el pulso analógico y programaciones, este disco se ha venido trabajando a fuego lento mientras Charlie Moreno resolvía otros compromisos profesionales, propios y a terceros. Según relata el músico y productor, "el disco ha ido mutando hasta llegar a las canciones que hemos grabado y ahora comenzamos a rodar en directo. Tenía como 60 temas que había ido componiendo".
Grabado y producido en su estudio en Barcelona, Blackbird Studios, Charlie Moreno afronta esta nueva empresa discográfica y en directo tras haber estado girando durante dos años con Bustamante, además de otros proyectos. "Al igual que los discos anteriores, lo grabamos en mi estudio, soy independiente en ese sentido y soy el dueño de mi producto", asevera. "Ahora espero que con Powafunk se abran otras puertas que antes estaban cerradas a mi música".
