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Un pintor que siguió su propia corriente

La comunidad artística en Canarias lamenta la "enorme pérdida" del artista Alejandro Reino

Retrato de León y Castillo, de Reino.

La comunidad artística en Canarias lamenta el "enorme vacío" que comporta la muerte del pintor grancanario Alejandro Reino (1935-2018), ayer, a los 83 años. Quienes cruzaron sus caminos con el suyo coinciden en retratar al maestro del retrato como "un artista enorme y un intelectual brillante", que postuló un discurso crítico y coherente en torno al arte.

El pintor Juan José Gil, amigo cercano del artista, confiesa que "no es sencillo hablar de un personaje como Alejandro Reino, pero, fundamentalmente, fue un artista de una talla enorme, que mantuvo siempre un criterio muy personal y, en este sentido, fue muy honrado". "Y por otro lado, fue un hombre que aportó al final de su carrera unas experiencias interesantes con el arte contemporáneo, que tuvo a bien con la fotografía y con los montajes", expone. "Pero, además, Alejandro Reino fue un pensador, un intelectual, y creo que finalmente no hemos sido muy justos con la persona, porque Alejandro Reino ha sido fundamental para nuestra cultura. Ojalá se le reconozca, a pesar de que sea post mortem", manifestó Gil .

Por su parte, Elena Acosta, directora de la Casa de Colón, a quien el propio Reino realizó un retrato y bajo cuya dirección participó en diversas muestras en el museo americanista, lamenta la pérdida de "otro de nuestros clásicos", además, "en un momento de plena madurez creativa". "Alejando Reino estaba en un excelente momento creativo, porque estaba trabajando en nuevas cosas, mezclando su clasicismo pictórico con las nuevas tecnologías, la fotografía, el dibujo y la informática", declara Acosta. "Nos deja un retratista magnífico y un fotógrafo magnífico. Sin duda, es una gran pérdida".

También Orlando Britto, director del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), manifiesta "una profunda tristeza" y plantea a su vez que "quizás esté pendiente revisar su obra como retratista". "Por un lado, Alejandro Reino fue uno de nuestros grandes retratistas, con una fascinación de la mirada que se salió del retrato habitual convencional; y, por otro lado, atesoraba un trabajo fotográfico muy contemporáneo, con una grandísima técnica y condición de estilo propia", apunta. Además, Britto recuerda que, a mediados del pasado 2017, Reino tomó parte en un debate en torno a la situación actual del arte contemporáneo en el CAAM. "Sus opiniones siempre eran muy interesantes, porque era el artista más crítico".

Para Daniel Montesdeoca, director del Museo Néstor, Alejandro Reino se asemejaba a "un caballero errante que andaba solo". "En los 14 años que le he conocido he descubierto a un hombre de una valía asombrosa, como pintor y como persona, de una gran categoría intelectual y unas vivencias que me sorprendían, porque vivió una época magnífica, tanto en su estancia en Marruecos como en París", manifiesta. "Además, llevó una vida hasta sus últimas consecuencias, porque nunca hizo alarde de su sabiduría como pintor, aunque era un hombre que manejaba el pincel maravillosamente y que, a mi juicio, ha sido uno de los mejores retratistas que ha habido no sólo en Canarias, sino en España".

Otro artista cercano a Reino es el pintor Leopoldo Emperador, quien mantuvo amistad con el retratista a su regreso a Las Palmas de Gran Canaria. "Me encuentro anonadado, porque se ha ido un gran artista, un gran hombre y un gran intelectual". "Y se ha ido uno de los grandes referentes del arte en Canarias, junto con Manolo Millares, Martín Chirino y Manolo Padorno, que partieron juntos a la aventura de conquistar el mundo. En este sentido, es una gran pérdida para toda la comunidad artística de Canarias", afirma.

También el escultor Manolo González, que compartió viajes y salas expositivas con Reino, destaca "su maestría y autoridad como pintor". "Nos queda un vacío enorme, pero su obra está ahí", declara. "Reino fue un maestro que pintó siempre como quiso, sin seguir más corriente que la suya. Hoy siento una pena enorme por haberlo perdido, pero también la satisfacción enorme de haberlo conocido, porque era una persona culta, delicada, sofisticada, y a la vez, cercana. Fue una gozada compartir nuestros caminos".

Otro retratado por Reino fue el artista Pepe Dámaso, quien señala "la sensibilidad y el sentido pictórico excepcional de Reino". "Recuerdo que diseñó al principio para Balenciaga y creo que se le escapó el sentido del arte total en el que hoy está metido el arte y se dedicó a la plástica, pero era un gran artista", afirma. "Siento más que nada la pérdida de un artista fundamental, ahora que el arte está tan desasistido y el humanismo tiende a desaparecer. Por eso, la pérdida de un gran artista nos deja desarmados".

Por último, el crítico de arte Jonathan Allen, lamenta la muerte de "un artista europeo y una persona crítica y compleja, que tuvo una carrera internacional y regresó a Canarias siendo un retratista muy cotizado, y que tuvo que adaptarse a la vida en Canarias a su regreso, donde sacó adelante proyectos vinculados a las nuevas tecnologías hasta el final de su vida". Con todo, numerosas instituciones isleñas han manifestado sus condolencias, entre ellas, el Cabildo de Gran Canaria, en cuya Casa-Palacio luce la galería de retratos presidenciales realizada por Reino.

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