Los Globos de Oro se tiñeron de negro por una buena causa: dejar bien claro que Hollywood rechaza el acoso sexual y apoya a las víctimas frente a depredadores y abusones. Hubo consenso a la hora de vestirse de luto como alto y seña de identidad colectiva con la que marcar distancias ya desde la alfombra roja. Y esa atmósfera de repulsa y protesta oscureció lo puramente cinematográfico en un año donde no hay una La la land que echarse a los ojos para convertirla en la gran favorita para los Oscar.
Sí puede apuntarse cierta tendencia: la gala de la 75ª edición de los Globos de Oro que concede la prensa extranjera de Hollywood, conducida por el cómico Seth Meyers con más entusiasmo que gracia, dio su espaldarazo a tres producciones en el que el protagonismo femenino es total: Lady Bird como comedia y el drama Tres anuncios en las afueras presentaron sus credenciales y la miniserie Big Little Lies confirmó su reinado en la pequeña pantalla. Cuatro premios para cada una de ellas.
El director Guillermo del Toro también pisa fuerte siguiendo los pasos de sus compatriotas Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu con su muy personal La forma del agua. Y las quinielas para futuros galardones ya tienen dos nombres con vitola de ganador: Frances McDormand como la madre que busca justicia para quien violó y mató a su hija en Tres anuncios..., dirigida por el dramaturgo Martin McDonagh, y Gary Oldman como Winston Churchill en El instante más oscuro. La cinta de McDonagh se impuso a otras del calibre de Dunkerque de Christopher Nolan, Los archivos del Pentágono de Steven Spielberg y a la obra de Del Toro, la gran favorita hasta ahora.
También el cine alejado de los grandes presupuestos venció en la categoría de mejor comedia o musical: Lady Bird, que se llevó el Globo de Oro a mejor actriz protagonista para Saoirse Ronan, es una de las grandes sorpresas del año. Dirigida por la debutante Greta Gerwig derrotó nada menos que a The Disaster Artist, de James Franco, que sí ganó como mejor actor en la categoría de comedia o musical.
En cualquier caso, esta edición no será recordada tanto por la calidad de las películas o series como por su plano reivindicativo. De hecho, el discurso más aplaudido fue el de la presentadora y actriz Oprah Winfrey cuando recogió el premio Cecil B. DeMille en reconocimiento a toda su carrera: "Hablar con la verdad es la herramienta más poderosa que tenemos. Me siento inspirada y orgullosa por las mujeres que se han sentido fuertes como para compartir sus experiencias. El momento ha llegado", sentenció sobre el acoso sexual en Hollywood, que solo inspiró al presentador una tibia broma sobre el productor Harvey Weinstein: "Hablemos de eso que todos estamos pensando: Harvey Weinstein, que por primera vez en mucho tiempo no está hoy en la sala. Volverá dentro de 20 años, cuando sea la primera persona a la que abucheen durante el bloque de In memoriam".
La actriz Natalie Portman tiró de ironía al presentar a los "solo hombres nominados" en la categoría de dirección en un año donde brillaron realizadoras como Greta Gerwig, Patty Jenkins Dee Rees, Kathryn Bigelow o Sofia Coppola. Nicole Kidman, cuyo personaje en Big Little Lies es una mujer sometida a abusos por su marido, venció como mejor actriz en una miniserie, y subrayó: "Este personaje representa algo que es el centro de la conversación ahora mismo: el abuso. Creo y espero que podamos generar cambio a través de estas historias". Y Elizabeth Moss, ganadora como mejor actriz de drama en televisión por El cuento de la criada, invocó la importancia de las mujeres: "Ya no vivimos en los márgenes de las páginas. Ya no vivimos entre los huecos de las historias. Ahora somos la historia y estamos escribiéndola nosotras mismas".
Y un pinchazo de emoción: el actor Kirk Douglas en silla de ruedas junto su nuera y también intérprete Catherine Zeta-Jones, puso en pie a los asistentes, conmovidos por el coraje de Espar- taco. El 9 de diciembre cumplió 101 años.
