La UDLas Palmas prepara una respuesta ante el Juzgado de lo Mercantil para afrontar el requerimiento del ex presidente Manuel García Navarro, quien reclama una deuda de 1,2 millones de euros, generada tras la firma del crédito salvador de 2002. Sin embargo, el club expresa que no buscará fórmulas de pago dinerario con aquel dirigente y asume que, como ya ocurrió en el caso de las demandas de los también empresarios firmantes del crédito Freire y Boluda, el juez podría liberar la prenda del aval: 44 palcos VIP y 580 butacas VIP.

Mario Ghosn, abogado del club, afirmó ayer: "No sabemos precisar cuánto tiempo será el disfrute de esos palcos y asientos VIP. Rondará las diez temporadas. Tendremos que evaluarlo". El presidente de la UD, Miguel Ángel Ramírez, remitió cualquier respuesta a sus servicios jurídicos, donde han causado sorpresa las declaraciones que ayer realizó García Navarro a LA PROVINCIA / DLP: "No entendemos cómo dice", señala Ghosn, "que actúa ahora porque percibe una mala gestión del club. Lo extraño de sus palabras es que acaso olvida que Murly Kesomal, el auditor elegido por los avalistas entre los que él se encuentra, inspecciona esta gestión y sus informes son detallados y precisos".

Ghosn lamenta que "la deuda que se generó para que él tuviera que avalar aquella cantidad no fue responsabilidad del actual consejo de administración. Al contrario, parece que ha olvidado quién fue y por qué bajo su presidencia el club se planteó entrar en concurso con 72 millones de déficit. No hace falta valorar, en consecuencia, cómo fue aquella gestión". "Por otro lado", prosigue el abogado, "él mismo pidió un compromiso a todos los empresarios para que hicieran un sacrificio. Germán Suárez, Ángel Luis Tadeo, Ogadenia Marrero, Félix Santiago o Alfredo Morales, los demás que condonaron, han tenido un comportamiento de caballeros. Y algunos de ellos no tienen nada que ver con la deuda que propició este proceso".

La UD Las Palmas entiende que este nuevo incidente "que forma parte del concurso de acreedores", según Ghosn, "no presenta riesgo de liquidación del club. Si el juez entiende que esa deuda existe, también existe una prenda que ejecutar. Y son los palcos y asientos VIP, que ya pondríamos a su disposición".

Este nuevo obstáculo del concurso de la UD Las Palmas tiene su origen en 2002, cuando ocho empresarios avalaron 1,2 millones cada uno a través de un crédito puente de 9,6 millones. Pasado el tiempo, Freire y Boluda (más tarde, presidente del Real Madrid) demandaron a la UD reclamando las cantidades y renunciando a condonar la deuda, como pedía el club. El juez Cobo Plana dictó un auto mediante el cual el club debía saldar a los demandantes con los bienes pignorados en la operación crediticia (palcos y asientos VIP). El litigio sigue su curso en la apelación, mientras Freire ha presentado una demanda de ejecución de la prenda en el Juzgado de lo Mercantil. Y en esto, regresa García Navarro.