La selección española de balonmano sumó su segunda victoria en el Europeo, que se está disputando en Austria, tras doblegar claramente (25-34) a Hungría en la segunda jornada de competición, después de que los de Valero Rivera confirmasen las buenas sensaciones ofrecidas ayer en el debut y diesen una exhibición sobre el Arena Nova de Wiener Neustadt.

Hungría, que fue capaz de firmar tablas ante la campeona olímpica y mundial, Francia, no fue rival para una España superlativa, que acabó con el encuentro en la primera mitad (9-17) merced a un brillante rendimiento defensivo y su clarividencia ofensiva, y que ya espera a los galos, a los que se medirán el viernes, en la última jornada de la primera fase del campeonato, con el primer puesto del grupo D en juego.

El cuadro de Rivera dejó ayer una grata imagen pero en el duelo de hoy, ante un rival de mayor rango, recordó por momentos al equipo sólido que alcanzó el bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín, último gran éxito del combinado nacional en un torneo internacional, o incluso al que alcanzó la cima mundial en el año 2005.

Al igual que sucediera ante la República Checa, España volvió a cimentar su éxito en un magnífico rendimiento de la defensa 5-1, esta vez con Cristian Ugalde como avanzado, y la actuación estelar un jugador en ataque, que acapara atención y facilita la labor del resto.

Si ayer fue Íker Romero (14 goles, 8 de penalti) el que decantó la balanza, hoy fue el asturiano Alberto Entrerríos el que marcó diferencias en la primera mitad. El lateral del BM Ciudad Real, que marcó sus siete tantos en el primer acto, estuvo intratable y lideró el demoledor inicio de la 'Roja' (3-9, min.13).

Un rendimiento excelente

España realizó un balonmano por momentos primoroso que arrolló a una Hungría que ayer tuvo contra las cuerdas a la favorita, Francia. Con una cohesión defensiva eficiente que facilitaba las transiciones, los de Rivera agujereaban sin miramientos el 6-0 de los húngaros, un rival impotente por el vendaval, complementando por la sobresaliente actuación de Hombrados en la portería, haciendo olvidar al lesionado Sterbik.

Con nueve goles de renta al descanso (8-17), España afrontó la segunda mitad con mayor tranquilidad y de nuevo dando minutos al banquillo. El conjunto de Istvan Csoknyai trató de mitigar el correctivo (16-21, min.41), pero fue un espejismo, ya que España volvió a subir su nivel y acabó de un plumazo con cualquier esperanza húngara.

El combinado nacional se gustó tras la reanudación y tras superar con aparente facilidad las tentativas de Hungría, pudo disfrutar sobre el parquet como hacía tiempo que no lo hacía, recordando a su mejor versión histórica.

Quizás la prueba definitiva para España llegue el viernes (18.15 horas) ante Francia, vigente campeona olímpica y mundial, con el liderato del grupo D en juego y la importancia de pasar invicto a la siguiente fase, que resolverá qué equipos se disputan los metales en la cita austríaca.

Ficha técnica:

Resultado: Hungría, 25 - España, 34 (9-17 al descanso).

Hungría: Puljezevic, Laluska (-), Katzirz (2), Ilyes (2), Csaszar (-), G.Ivancsic (3), Gal (2), Fazekas (ps), Nagy (-), Krivokapic (5, 3 de penalti), Eklemovics (5), Gulyas (5), Toro (2), T.Ivancsic (-) y Schuch (-)

España: Hombrados, Ugalde (3), Romero (5, 3 de penalti), Tomás (7), Garabaya (-), Aguirrezabalaga (), Morros (1), A.Entrerríos (7, 3 de penalti), Gurbindo (-), Aguinagalde (2), Prieto (1), R.Entrerríos(2), García (-), Rodríguez (2) y Malmagro (4, 1 de penalti).

Parciales: 1-2, 2-6, 4-9, 6-11, 8-13, 9-17 --descanso--; 12-19, 15-21, 16-24, 20-27, 22-31 y 25-34.

Árbitros: Gerhard Reisinger y Christian Kaschutz (AUT). Excluyeron a Schuch, Gal, Katzirz, Laluska (2), Ilyes por parte de Hungría; y a A.Entrerríos, Morros y Prieto por parte de España.

Pabellón: Arena Nova.