La historia del delantero Martin Mario Kozhuharov (Lovech, Bulgaria, 25-01-1993) va ligada a una frase. La lleva tatuada en su corazón. Tres palabras para toda una vida. "Aprovecha esta oportunidad", le espetó su madre, Antoaneta Kozhuharova.

20 de agosto de 2008. El joven aterrizaba en uno de los mejores clubes del mundo. Antoaneta, orgullosa, le dio un beso en la mejilla en la puerta de la residencia. Fue para siempre.

Martin le prometió que debutaría en el Santiago Bernabéu. Pero el cuento de hadas terminó en un ejercicio de fe.

Antoaneta fallecía en el trágico accidente de Barajas, el mismo día que Martin debutaba con el Madrid Cadete y dejaba boquiabiertos a sus técnicos. Nacía una estrella, nacía un luchador. No renunció a su palabra y buscó el Bernabéu.

EVOLUCIÓN. Tras demostrar en el Cadete que su fichaje no fue un error, Martin se convirtió en todo un ejemplo para sus compañeros. Su coraje le bastó para ser un jugador especial.

Los grancanarios Jesé Rodríguez y Enrique Castaño siguieron en primera fila el cambio de Martin. "Lejos de amilanarse, sacó lo mejor de sí. Brilló siendo cadete y luego como juvenil dejó pinceladas", aseveran los isleños que están en el Juvenil A.

Martin, internacional juvenil con Bulgaria, anotó 20 goles en la temporada 2009-10 con el Juvenil C del Madrid.

Había firmado por dos años pero todo apuntaba a que seguiría vinculado a la entidad. Pero no fue así, la dirección de cantera no lo ve "con opciones de futuro para la entidad".

La institución se ha ofrecido para buscarle una cesión a otro equipo de Madrid. Sin embargo, la no renovación de Martin coincide con la salida de un grupo importante de técnicos y jugadores. Ramón Martínez, jefe de la cantera blanca, lidera el proceso de renovación. Martin vino avalado por Míchel -ahora técnico del Getafe- y que en agosto del 2008 dirigía la base.

Pero Míchel, tras una acalorada discusión con Ramón Calderón -presidente en aquella época- abandonó la institución.

Existe la conjetura de que Ramón Martínez quiere eliminar cualquier vínculo de Míchel en el organigrama y en la composición de las diferentes plantillas. La revolución parece abortar el sueño de Martin.

Por lo tanto, nace un interrogante: ¿es ético que el Madrid se desprenda de un jugador con esta carga emotiva? Martin quiere pasar página y elude la polémica. "Tenía dos años de contrato y los he cumplido; ahora quiero descansar y ayudar a mi padre en el restaurante", apuntó a este medio.

CORAZÓN GUERRERO. El 'caso Martin' está sobre la mesa. A la página web del club han llegado cientos de correos exigiendo la vuelta del ariete. Pero el club es firme, valoran la actitud de Mario pero consideran que hay otros jugadores con más capacidad. "El Juvenil A del Madrid tiene que ser uno de los mejores del mundo", dice un técnico.

Mientras Martin medita su futuro, su padre, Mario, sigue trabajando en la 'Taberna Búlgara'. El negocio es una bandera de integración para una comunidad que supera el millar en Vecindario. Siguen luchando, se lo prometieron a Antoaneta.