El CAI Zaragoza sufrió más de lo previsto para derrotar al Gran Canaria 2014, por 63-61, en un partido en el que el conjunto canario, después de sufrir una derrota humillante en el Centro Insular de Deportes contra el Lagun Aro (45-78), estuvo a punto de forzar la prórroga. El equipo maño afianzó con este triunfo sus opciones de clasificación para la disputa de la Copa del Rey.

Los visitantes sorprendieron al irse en el marcador con un 0-8 incontestable que sembró de dudas el Pabellón Príncipe Felipe, ya que el conjunto local no terminaba de coger el ritmo.

Pero los zaragozanos consiguieron frenar a su rival anotando sus primeros nueve puntos a base de triples, dos de Stefansson y uno de Hettsheimer. Mientras que la defensa del CAI hacía agua por todas las partes, el Gran Canaria mantuvo un buen nivel de juego y a los seis minutos alcanzaron una ventaja notable (3-14) que recordó al inicio de la propuesta amarilla en Valladolid, donde ganó por 19 puntos, e hizo temer lo peor a los maños que tardaron casi ocho minutos en anotar su primera canasta de dos puntos.

En el segundo cuarto la situación fue similar, pero se produjo un cambio significativo en el conjunto canario, pues empezó a fallar acciones que al inicio del encuentro culminaban en canasta. El CAI intensificó el aspecto defensivo, pero ello supuso que a falta de cinco minutos tres de sus hombres clave, Van Rossom, Hettsheimeir y Bracey Wright, MVP de la última jornada acumulasen dos faltas personales cada uno.

Tras el descanso, al que se llegó con un 36-33 favorable a los locales, los insulares reaccionaron con cinco puntos consecutivos, mientras los zaragozanos eran incapaces de disponer de situaciones favorables para anotar. El CAI basó entonces su estrategia ofensiva en los triples, su mejor arma, mientras los canarios peleaban cada balón, con lo cual el último cuarto estuvo marcado por la alternancia en el marcador. Dos triples consecutivos de Van Rossom y Stefansson pusieron a su equipo con cuatro puntos de ventaja a falta de dos minutos (63-59). A partir de ese momento tan solo Bellas fue capaz de anotar una canasta a falta de 1.25 para el final. El marcador ya no se movió, pese a que los visitantes tuvieron dos oportunidades, primero con un tiro triple de Haynes que falló y en el último balón del partido. Nelson tuvo el partido en sus manos pero Stefansson le impidió el lanzamiento de tres.