El Santa Catalina Agencia Cantera, con Jorge Martínez a la caña, se proclamó vencedor del Concurso Memorial Vicente Rojas al conseguir el mejor tiempo (1:09:50) de la jornada en su lucha con el Puerto de La Luz La Caixa, que fue segundo con 1:10:12. La tercera plaza fue para el DISA Roque Nublo ULPGC (1:10:39), bote que lidera la Copa Isla Gran Canaria.
El San Cristóbal Atefuer sufría una trabucada al paso de la baliza situada cerca del Castillo de San Cristóbal. Por otro lado, señalar el malestar de aficionados a la Vela Latina Canaria, que se vieron desplazados por la Policía Local de sus habituales puntos para seguir la regata.
Con mar y viento (4,5 N) en excelentes condiciones para la navegación, las 15 embarcaciones, que se dieron cita en la habitual punto de salida desde La Marfea pusieron sus proas en el primer bordo para cuadrar el pase por la primera baliza situada en Cardoso (La Puntilla). Por allí pasó en primer lugar el Santa Catalina, que había virado para tierra tras no poder adelantar al Tara del Mar. A continuación lo hacían Roque Nublo y San Cristóbal y el resto de la flota.
El paso por la baliza de Cardoso lo hace un rápido Santa Catalina, que tiene que realizar un segundo repiquete. Unión Risco Naviera Armas pasa segundo la baliza, mientras se produce un babor-estribor entre el Pueblo Guanche Hospital La Paloma y Estibadores Portuarios.
Dos grupos
En el paso de los botes por la segunda baliza la regata se divide en dos grupos. En el primer grupo lo hacían el Santa Catalina, Risco, Roque Nublo, Guanche, Minerva y Agüimes. En el segundo grupo navegaban el Porteño Flick, Archipiélago 8 Ricoh, Tomás Morales, Puerto de La Luz, Tomás Guerra del Río Spar y Polivela Instituciones Penitenciarias.
De todos ellos, el más beneficiado iba a ser el Puerto de La Luz, que adelanta a varias de las embarcaciones para meterse en el grupo delantero.
En el último tramo de la regata, el Catalina aumenta la distancia con sus perseguidores para entrar vencedor, mientras que la lucha entre el Villa, Risco, Portuarios y Guanche ponían emoción a la prueba.
