En la UD Las Palmas se vivió con mucha calma el día después de la derrota en el Heliodoro Rodríguez López. Aunque lamentan el tropiezo, sobre todo por el lugar y la forma en la que se produjo, no han hecho saltar las alarmas ya que, entre otras cosas, el equipo mantiene el liderato. "La buena imagen de las cinco primeras jornadas pesa mucho más que una derrota", señalan fuentes de la entidad. Destacan sobre todo la autocrítica y la entereza con la que Paco Herrera y los jugadores explicaron el varapalo, señal de que servirá para mejorar. Y causó mucha satisfacción también el recibimiento de la afición a la expedición amarilla en el aeropuerto. "Es una demostración de la madurez del proyecto", añaden. La ilusión está intacta y esperan que la afluencia de público al próximo partido no se resienta.

Tienen claro en la entidad que no va a ocurrir lo mismo que la temporada pasada, cuando el equipo se descomponía con facilidad después de un traspié. De hecho, la abultada derrota en el derbi del último curso fue acompañada de la eliminación en Copa del Rey y otra flagrante derrota en el Gran Canaria ante el Real Madrid Castilla, que llegaba como colista. Ahora tocan Sporting de Gijón y Real Betis, dos colosos de la categoría, pero la confianza en el desarrollo de la temporada, en el cuerpo técnico y en la plantilla es total.

Un paso atrás en lo físico

Lo cierto es que el equipo dio imagen de impotencia en la segunda parte y de exceso de confianza en la primera. Fue un equipo plano y sin ideas para contrarrestar el planteamiento del Tenerife. Y disminuyó la energía de anteriores jornadas, con varios jugadores agotados demasiado pronto y por debajo del nivel físico exhibido en anteriores encuentros, en los que la UD atropelló con su dinamismo y solidez al rival de turno.

Después de la victoria ante el Alcorcón explicó Paco Herrera en rueda de prensa que había notado a algunos jugadores con las piernas menos frescas. La intensidad de los entrenamientos había sido muy alta y anunció que disminuiría la carga de trabajo en las próximas semanas para recuperar la agilidad. Y el domingo se acusó ese agotamiento: "Lo que más me preocupó fue lo lentos de pensamiento que hemos estado", comentó Paco Herrera en la sala de prensa del Heliodoro.

El técnico solo ha hecho dos variaciones en las alineaciones de esta temporada, y ya van seis jornadas. Nueve jugadores -Raúl Lizoain, David Simón, David García, Aythami Artiles, Ángel López, Javi Castellano, Hernán Santana, Nauzet Alemán y Sergio Araujo- siempre han sido titulares. Y los otros dos puestos se los han repartido Roque Mesa, Vicente Gómez, Momo y Asdrúbal.

Así, por los mensajes del entrenador, la carga de trabajo con la que se ha comenzado el curso y la calidad que hay en el banquillo, no se descartan cambios en la próxima jornada. El domingo ya debutó Christian Fernández, pero tres de los fichajes realizados este verano y que llegaron con la etiqueta de titulares aún no han disputado ni un minuto en Liga. Marcelo Silva y Casto no han participado por el gran nivel que han mostrado sus competidores, mientras que Culio sigue sin disponer de la documentación necesaria. Pero en las próximas jornadas podrían disponer de minutos para darles una oportunidad y mantener a toda la plantilla enchufada y con ritmo de partidos. Además, hay confianza ciega en todos ellos.

Un tópico irreal

Cuando se acerca un derbi siempre se repite la máxima de que caer es un golpe psicológico que provoca una cadena de derrotas. Pero en la entidad también están tranquilos por este motivo debido a la seriedad que ha mostrado el equipo. Además, los precedentes destrozan este tópico, tanto para el que gana como para el que pierde.

Y es que el año pasado el Tenerife cayó en las dos jornadas posteriores a la goleada (3-0) en el Heliodoro. La UD Las Palmas también encadenó una mala dinámica, pero la historia demuestra que no lo acusa especialmente, sino que depende del grado de madurez del equipo. Y el de esta temporada está mucho más consolidado que en la anterior.

Los datos históricos dejan claro que la consecuencia negativa del derbi no es una constante. Además del domingo, el equipo amarillo ha caído en trece ocasiones ante el Tenerife. Y en el partido posterior la UD ha registrado tres victorias, tres derrotas y siete empates. El más recordado es el de la penúltima jornada en el único derbi de Primera y del que no hubo manera de levantarse.

Pero lo de este año es muy diferente. En el club se quedan con la lectura positiva de que hay derrotas que sirven para mejorar.