Johana Zwinnen, enganchada al baloncesto desde hace pocos años y dos temporadas como abonada al Granca. Félix Moraza, desde los cinco años yendo al Centro Insular de Deportes y abonado al club amarillo desde los nueve años. Dos muestras de lo que es la afición de este Gran Canaria, con adeptos gracias a los triunfos y el ambiente de las últimas temporadas y por otro con los fieles de toda la vida. En medio de ellos, Himar Ojeda, exdirector deportivo de la entidad y actual director de scouting internacional de los Atlanta Hawks de la NBA. Los tres vieron y comentaron el partido juntos en el palco del Gran Canaria Arena, en una experiencia nueva para el trío.
"Es la primera vez que me siento en el palco y casi que te sientes hasta un poco raro, pero abrir el club a sus aficionados es una iniciativa estupenda", explica Ojeda, que ha trasladado este año su residencia a Gran Canaria tras pasar unos años en Madrid. Desde aquí se desplazará por todo el continente europeo para seguir a jugadores que tengan potencial para brillar en la franquicia de Georgia.
Rapidamente, Ojeda desmenuzó el perfil de ambos aficionados mientras se abría con ellos. "Johanna es muy pasional, se le nota. Lleva menos tiempo aficionada al baloncesto, pero se ve que está completamente enganchada. Me contó que hasta pide permiso en el trabajo para no fallar", explica. Por el otro lado está Félix. "El chaval sabe muchísimo de baloncesto. Me habla de jugadores jóvenes de los Balcanes como si nada y se siente que los conoce perfectamente. Te habla de agentes de equipos... Me dijo: 'Himar, me encantaría tener un trabajo como el tuyo'", comenta con una amplia sonrisa el exdirector deportivo de Herbalife y Estudiantes.
Ese halago de ser todo un entendido del baloncesto hace que Félix Moraza se sonroje. Con 17 años acaba de empezar a estudiar Derecho. "No todos los días se tiene la oportunidad de estar con alguien como Himar, con su experiencia y responsabilidad en un equipo tan importante de la NBA como los Hawks", narra desde uno de los asientos del palco donde le "ha costado" mantener la compostura para no enloquecer con cada acción de su equipo.
De la batería de preguntas y revelaciones que intercambió con Ojeda, se queda con el nivel de profesionalización total de la liga norteamericana. "Saber que siempre se desplazan en avión privado o que cada uno tiene una habitación de hotel en los viajes o que no hacen tanta vida junta con el equipo son cosas que no sabes y él nos las cuenta. Son curiosidades de la NBA que nos cuenta y con las que estoy disfrutando muchísimo", argumenta.
A Johanna sobre todo le interesa un hombre que Ojeda conoce muy bien. "Cuando Edy Tavares se fue, lloré a mares. Me dio muchísima pena aunque sé que es por su bien y me alegra que Himar me diga que está contento y que le ven futuro", cuenta. Esta belga aterrizó hace 16 años en Gran Canaria para disfrutar de unas vacaciones, encontró trabajo como recepcionista en el sur de la Isla y no necesito volver. "¿Para qué? Esto es el paraíso. Tengo a mi hija, amigas y una vida aquí", explica. Johanna Zwinnen reconoce que aún "es novata", pero que su pasión va a más. Ambos disfrutan de cada momento, cada pregunta y cada canasta entre los entresijos de la NBA que les cuenta Himar Ojeda en un día inolvidable.
