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Herbalife Gran Canaria Resumen de 2015

El año que el Granca voló hacia Moscú

El Herbalife deja atrás, con 2015, el momento más importante de su historia: la final de la Eurocup

El año que el Granca voló hacia Moscú

El 29 de abril de 2015 el Herbalife Gran Canaria fue al matadero, pero hizo el trayecto feliz. Ese día, en las afueras de Moscú, disputó el partido de vuelta de la final de la Eurocup ante el Khimki. Allí, en el Basketball Center, acompañado por un pequeño grupo de aficionados y periodistas, el equipo -con Aíto García Reneses al mando- se presentó derrotado: en la ida, en el Gran Canaria Arena, ya se había dejado los dientes en el parqué (66-91), pero con la sensación de haber hollado en la cumbre de su primer ocho mil en 52 años de historia como club.

Colarse en la final de la Eurocup fue para el Granca el punto más elevado de 2015, un año agridulce en el plano deportivo y de cambios a nivel institucional. Por el camino, además de jugarse un título continental con el Khimki de Moscú -un transatlántico que esta temporada, por ejemplo, ha convertido a Alex Shved en el jugador mejor pagado de Europa al abonarle 3,4 millones de euros-, la entidad de la Vega de San José fracasó como anfitrión de la Copa del Rey -cayó en primera ronda ante el Fiatc Joventut- y vivió un relevo en la presidencia -Miguelo Betancor sustituyó en el cargo a Joaquín Costa- tras las elecciones a la presidencia del Cabildo que se celebraron en mayo.

2015 ya arrancó -sobre el parqué- con dudas, sospechas que en febrero se convirtieron en una dura realidad. En enero, tras 14 jornadas de la Liga Endesa, el conjunto claretiano presentaba un balance de siete victorias y siete derrotas, pero se mantenía invicto en la Eurocup -donde ya enfilaba el paso por el Last32-. A esas alturas de curso, tras la estridente salida del club de Pedro Martínez y la contratación de una leyenda como García Reneses, el Granca no acababa de carburar entre lesiones -media plantilla ya había pasado por la enfermería- y el flojo rendimiento de jugadores como DaJuan Summers -entonces ya se le buscaba una salida-.

Naufragio en la Copa

El Herbalife, pese a estar ya clasificado como anfitrión del torneo, cruzó el ecuador de la ACB entre los ocho primeros mejores de la clasificación y apareció en la Copa del Rey como uno de los outsider de la competición con capacidad para hacer cosquillas a los grandes favoritos para la victoria final, Real Madrid y FC Barcelona. Emparejado en el sorteo de cuartos de final con el Fiatc Joventut, la euforia se disparó alrededor de un grupo que no supo manejar bien aparecer bajo los focos: en cuartos de final, en su casa, cayó ante una Penya soberbia y liderada por Salva Maldonado y Sitapha Savané (67-74).

Al Granca le costó digerir el golpe de la Copa. En la Liga Endesa, siempre lejos del nivel de los mejores, se dio pocas alegrías durante la primavera: batió al Barça en el Gran Canaria Arena (76-70) y se coló en el Playoff por el título tras superar al CAI Zaragoza, en un pulso mano a mano, por la octava plaza. El equipo amarillo, al final, superó el corte tras sumar 18 triunfos en 34 jornadas. En las eliminatorias por el título, con Aleks Maric en la rotación -tras cortar a DaJuan Summers y no poder contratar a Joseph Jones-, el Real Madrid -campeón de todo, Supercopa, Copa, Euroliga y ACB- no dio opción y barrió por un contundente 2-0.

En paralelo, mientras consumía semanas en la Liga Endesa como el que mata el hambre en un establecimiento de comida rápida, el Herbalife se permitió todos los lujos en la Eurocup. Antes de colarse en la final, el grupo de García Reneses firmó un récord ejemplar: 21 victorias en 22 partidos. Y por el camino, en la cuneta, antes de toparse con el todopoderoso Khimki, dejó a rivales de entidad: Dinamo Sassari -campeón de la Lega italiana-, Pinar Karsiyaka -campeón de Liga en Turquía-, Telenet Ostende -campeón de la Liga en Bélgica-, KK Cedevita -campeón de Liga en Croacia-, Asvel Villeurbanne, Buducnost o Lokomotiv Kuban.

Como subcampeón de la Eurocup, tras caer sin apenas presentar resistencia ante el Khimki -más allá de los 30 primeros minutos del duelo de ida-, el Herbalife Gran Canaria cerró la campaña 2014-15 y se adentró en un verano marcado por los cambios en la cúpula directiva. El Partido Popular (PP) perdió la presidencia del Cabildo tras las elecciones insulares de mayo y con el cambio de gobierno en la corporación insular -fruto del pacto entre Nueva Canarias, PSOE y Podemos- se optó, desde la administración pública -propietaria desde 1992 de la Sociedad Anónima Deportiva-, por renovar el consejo de administración del club.

Antonio Morales, presidente del Cabildo, y Ángel Víctor Torres, vicepresidente y consejero de Deportes de la corporación insular, marcaron el punto y final del mandato de Joaquín Costa -elegido por el PP en 2011 para presidir la entidad- y eligieron a Miguelo Betancor, hombre de baloncesto -exjugador y exárbitro internacional- para comandar una nueva etapa en una institución que afronta un proceso clave en su futuro y que desde hace años aparece como una quimera a su alrededor: crecer con autonomía propia para desligarse del amparo económico del Cabildo.

Adiós a Tomás Bellas

La segunda mitad de 2015, en el ámbito deportivo -con Berdi Pérez renovado como director deportivo por el anterior consejo de administración pocas semanas antes de las elecciones a la presidencia del Cabildo y con la continuidad de García Reneses en el banquillo-, arrancó con una sacudida: Tomás Bellas, capitán y santo y seña del equipo durante el último lustro, fichó por el CAI Zaragoza al considerar que en el Granca no se le valoraba según la oferta y demanda del mercado.

Tras Bellas, también salieron Luca Vitali -llegó para reforzar al equipo en el Playoff-, Aleks Maric y Edy Tavares, que tomó rumbo hacia Estados Unidos para abrirse camino en la NBA de la mano de los Hawks de Atlanta. Para el nuevo proyecto, el Granca incorporó a Kevin Pangos, Xavi Rabaseda, Pablo Aguilar, Alen Omic, Ovidijus Galdikas y, por encima de todo, certificó el regreso del gran capitán: Sitapha Savané.

Con una plantilla compensada y más cercana al sello de García Reneses, la trayectoria del Herbalife al inicio del ejercicio 15-16 ha estado marcada por la regularidad -hasta el momento, presenta un balance 8-5 en la ACB que le mantiene a una pulgada de su clasificación para la fase final de la Copa de A Coruña y un recuento 8-2 en la primera fase de la Eurocup que le ha servido para colarse en el Last32 de la Eurocup-. Tal es la solidez del equipo claretiano que ha sido capaz de sortear un golpe tan duro como el que sufrió en noviembre Kyle Kuric, al que se le detectó un tumor cerebral -benigno- que le obligó a pasar por el quirófano y del que ya se recupera.

La imagen de Kuric, de celebración junto a sus compañeros en el centro del parqué del Gran Canaria Arena, tras la arrolladora victoria sobre el Unicaja Málaga (98-65) del pasado 22 de diciembre es la mejor imagen con la que la entidad claretiana puede cerrar 2015, el año en el que voló hacia Moscú en busca de la gloria europea. Quién lo diría hace casi 53 años en las canchas del Colegio Claret en la calle Obispo Rabadán.

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