La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Baloncesto Final - Contracrónica

Los otros MVP

Albert Oliver completó una actuación estelar a la que solo le faltó la victoria del Herbalife en la final - El base mantuvo al Granca

Los otros MVP

Es un ritual. Sistemáticamente, al final de cada Copa del Rey, se elige al MVP del torneo. Este galardón que destaca al jugador más valorado del campeonato, no sólo se mide en parámetros de rendimiento meramente numéricos. Suele tener además una implicación emocional, a veces mediática y otra determinada por su actuación en momentos determinados del torneo o de la final. Por decreto, ese galardón va a parar a manos de un hombre del equipo ganador. Ayer, en La Coruña, esa esfera que emula a un balón de metal se lo llevó Gustavo Ayón. El pívot mexicano cerró su final con 15 puntos, seis rebotes y dos asistencias. Buenos números para mantener una media de 20.3 de valoración por choque. Justo.

El Granca, un rebujito perfecto del orgullo que atesora cada uno de sus jugadores, también tiene a sus propios MVP. Al Herbalife Gran Canaria, en su primera final, se le escapó el torneo por cinco puntos. Cuatro es la diferencia que dejó el marcador del Coliseum da Coruña cuando se gastaron los cuarenta minutos de partido. Ahí, desconsolado, estaba Albert Oliver. Entender cómo el Granca firmó el mejor cuarto de la historia de la Copa del Rey -en el último periodo ante el Bilbao Basket- durante las semifinales y fue capaz de remontar 19 puntos a falta de 14 minutos para entrar por primera vez en una final copera, sería ilegible sin los caracteres que escribió el base de Terrassa en el torneo.

Aquella exhibición no era todo lo que tenía que ofrecer el '4' amarillo. Insaciable, Oliver completó otro partido tremendo. Otro día más, el jugador catalán sacó su caja de recursos y fundamentos baloncestísticos al servicio del Granca. Es capaz de estar soberbio en la dirección, anotar, fabricarse sus tiros, rebotear y danzar como un pívot o asombrar al público con una asistencia mágica. Además, ayer, también defendió para mantener a raya a Sergio Rodríguez y a Sergio Llull, dos fijos de la selección española de baloncesto.

El destino había puesto a Albert Oliver otra final en Gran Canaria. La primera, la del año pasado en la Eurocup frente al Khimki ruso. Esta, en la Copa del Rey contra el Real Madrid. Dos finales en tres cursos en la Isla para un jugador que firmó hace tres veranos lo que podía ser su último gran contrato después de un año sobresaliente en Joventut. Este pasado verano, tras su gran temporada pasada, se ganó por derecho propio la renovación camino de los 38 años. Con un recorrido enorme en la ACB, rubricó una Copa a la que sólo le faltó el título.

Si contra el Bilbao Basket se quedó en 18 de valoración gracias a 18 puntos (5/5 en tiros de dos, 2/5 en tiros de tres y cuatro asistencias), en la final no podía hacer menos. Ante el Madrid, Oliver repitió valoración (18) con 16 puntos, dos asistencias y tres rebotes. Siempre que las cosas se torcieron para el Granca, ahí estaban las manos, el talento y la inteligencia del catalán. Algo que ya ha demostrado durante toda la temporada, más desde la lesión de Pangos a principios de enero. Un nivel brutal que ahora ha podido comprobar toda España en el evento baloncestístico más seguido y mediático de España, ese donde los ojeadores de la NBA ponen su vista para echar las redes de cara al futuro. Si pudiera ocultar de alguna manera los 37 años que calza en su DNI, sería candidato a entrar entre los apuntes de los captadores de magia para Estados Unidos.

Pero Oliver no fue el único MVP del Granca, siempre sustentado en su músculo colectivo. Este torneo también sirvió para que hombres como Xavi Rabaseda y Pablo Aguilar dieran un paso adelante en el Herbalife. El alero catalán completó un buen torneo redondeado con esta final, probablemente, su partido más completo desde que llegó a la Isla este verano. Su aportación: 12 puntos -con un 4/7 en tiros de tres-. Él, junto a Aguilar, fueron determinantes en el primer partido de la Copa frente al Valencia Basket.

Mientras, el dominicano Eulis Báez completó otro gran día en la oficina con garra, corazón y acierto. Lo mismo que casi siempre, lleno de constancia. Como el bloque que forman estos 12 jugadores que en La Coruña han pasado a ser historia colectiva del Granca. Una docena de jugadores que serán para la Isla el MVP eterno de esta Copa del Rey.

Compartir el artículo

stats