Manuel Pablo (Bañaderos, 1976) pondrá punto y final a su carrera como jugador a los 40 años y no continuará en activo después de llegar a un acuerdo con el Deportivo de La Coruña. El grancanario seguirá vinculado a la entidad, pero en un puesto todavía por determinar. Al capitán de su equipo, que este año alcanzó las 18 temporadas con la camiseta blanquiazul, le restan todavía dos años de contrato y nunca ha ocultado que le gustaría seguir vinculado al fútbol una vez finalizada su carrera como jugador. De esta manera, sigue los pasos de su gran amigo Juan Carlos Valerón, que también se ha retirado este verano con la UD Las Palmas.

Su intención este verano, sin embargo, era continuar jugando y así lo manifestó una vez finalizado el curso. Al término del encuentro contra el Madrid en Riazor que cerró la temporada, y el que se convertirá en el último para el lateral, Manuel Pablo deslizó que le gustaría seguir en activo. "Ya veremos si es el último. No sé si seguiré. Tenemos que hablar. Intento disfrutar cada día como si fuera el último", manifestó a mediados del mes pasado. "Donde más cómodo me siento es en la caseta, con los compañeros y entrenando", añadió.

En los días posteriores, el capitán y su entorno le trasladaron al club que su "predisposición" era la de seguir vistiendo la camiseta blanquiazul un año más, pero desde la dirección deportiva y el consejo de administración, a menos que se produzca un vuelco en la decisión, entienden que ha llegado el momento de que ponga punto y final a una trayectoria de más de dos décadas como profesional. La mayor parte la ha desarrollado en el Deportivo, con el que ha ganado cuatro de los títulos que hay en las vitrinas blanquiazules (una Liga, una Copa y dos Supercopas), al que seguirá vinculado a través del contrato que le une hasta el 2018.

Imprescindible en el Deportivo desde su llegada en 1998, su protagonismo en los últimos años fue decayendo. Las lesiones apenas le han permitido tener continuidad estas últimas temporadas y en la campaña recién finalizada tan solo disputó tres encuentros de Liga y uno de Copa. Un problema muscular a mediados de año a punto estuvo de obligarle a perderse lo que quedaba de temporada, pero finalmente pudo disputar el partido contra el Madrid.

Aquel encuentro tenía aroma a despedida para el capitán, pero él se encargó de que no hubiera atisbo de punto y final. Disputó el partido completo, no fue sustituido por Víctor para que Riazor le brindase un último reconocimiento y dejó entreabierta la puerta.

Tampoco hubo homenaje al final, y eso que un recién llegado como el portero croata Stipe Pletikosa dio la vuelta al estadio entre los aplausos de los aficionados después de anunciar que se retiraba. La despedida oficial de Manuel Pablo queda así pendiente, al igual que el papel que adquiera a partir de ahora en el club.