Después de una extensa carrera en el baloncesto al más alto nivel, nunca había podido saborear las mieles del éxito en la máxima categoría del 'basket' nacional. Un logro muy merecido para este veterano al que todavía le queda cuerda para rato. Con Luis Casimiro, con el que ya coincidió en el Estudiantes, está llamado a desempeñar un papel muy importante en este Granca.
¿Según pasan los días se asimila mejor el éxito conseguido?
Aún estamos disfrutándolo, sobre todo después de ver el cariño que nos está demostrando la gente. Este triunfo también es de nuestra afición.
Se estrena el palmarés del Granca y también el de Oliver, que consigue su primer título tras muchos años en el baloncesto.
Bueno sí, en la máxima categoría nos estrenamos los dos a la misma vez. Hasta ahora solo tenía un par de ascensos.
Ya le tocaba al equipo celebrar tras dos temporadas quedándose a las puertas?
Está claro que para nosotros resulta complicado no solo el poder ganar una competición, sino llegar a una final. Alcanzarla es difícil y ganarla, todavía más complicado. Ahora es el momento de celebrarlo.
¿Esta Supercopa da más tranquilidad para afrontar lo que queda por delante?
No sé si nos dará esa tranquilidad de la que usted habla, lo único que queda claro es que supone una recompensa para el trabajo que hemos venido haciendo durante los últimos años y en esta pretemporada. Pero tenemos claro que nuestro equipo no es de ganar títulos y llegar a finales. Somos un club de luchar cada día y, si suena la flauta como ha sonado ahora, aprovecharlo.
¿Le ha sorprendido que el equipo, con nuevo entrenador y cuatro fichajes importantes realizados, haya respondido tan bien en el poco tiempo de preparación que se lleva?
Aunque es verdad que de la temporada pasada seguimos muchos, ha habido un cambio de técnico e incorporaciones a la plantilla. La verdad es que todos se han acoplado muy rápido. Luis Casimiro ya dijo en su presentación que se aprovecharía del trabajo que había realizado Aíto García Reneses. Ha cogido cosas de él y luego ha puesto su sello personal.
Se afrontaba la Supercopa con optimismo tras una pretemporada plena de victorias. Quizás, eliminar al Baskonia en semifinales entraba en lo posible, pero ganar a un grande como el Barça en la final y además por una renta tan grande?
Contra el Baskonia la verdad es que nos costó muchísimo, porque jugábamos en su campo, tienen un gran entrenador y buenísimos jugadores. El partido, a falta de tres o cuatro minutos, seguía muy igualado y al final supimos sacarlo adelante. Nuestra victoria contra el Barcelona sí que fue un poco más sorpresa. Hicimos un gran encuentro. Empezamos con mucho ritmo y supimos mantenerlo durante el resto de los minutos; eso resultó clave.
Y en esta primera competición oficial Albert Oliver contando con muchos minutos en pista. ¿Contento con su rol saliendo desde el banquillo?
Sí, estoy jugando minutos, compartiéndolos con Bo McCalebb. Estamos jugando los dos, aunque él en la final jugó más porque hizo un gran partido. Por mi parte, intentaré aprovechar los minutos que esté en pista lo máximo posible; luego, el entrenador ya verá cómo comparte los minutos. Pero lo importante siempre es la victoria del equipo, y en este caso la hemos conseguido.
Hace unas semanas, en estas mismas páginas, McCalebb, su compañero en la dirección de juego, manifestaba que ambos se complementan muy bien y eso redunda en el bien del equipo.
Estoy de acuerdo con él. Yo aporto unas características al juego y él, otras cosas que solo tiene él. Bo cuenta con un físico privilegiado, con una manera de ir hacia el aro, de encararlo, que únicamente tiene él. Somos diferentes y eso es bueno para el equipo.
