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Herbalife Gran Canaria Liga Endesa (3a jornada, la crónica)

El Herbalife pierde el norte

El equipo amarillo enciende todas las alarmas con su tercera derrota en las tres primeras jornadas ante el Valencia (75-84), verdugo de nuevo. Pasecniks se destapa y McCalebb sigue sin aparecer

El desplome del supercampeón. El 0-2 ante Iberostar Tenerife y MoraBanc Andorra no fue un accidente. Fue solo el principio de una hipoteca que durará mucho en olvidarse. Y es que el Herbalife Gran Canaria encajó ayer su tercera derrota, esta vez ante el Valencia Basket (75-84), un rival de más nivel, pero dejó nuevos síntomas para la preocupación. El equipo claretiano sigue siendo demasiado intermitente, no encuentra la regularidad, ni en defensa ni en ataque. Algunas de sus referencias continúan sin aparecer, sobre todo un Bo McCalebb que no tiene la frescura que necesita su cuerpo para marcar diferencias. Ayer solo Anzejs Pasecniks y Richard Hendrix, y a ratos Xavi Rabaseda y Darko Planinic, sobresalieron para mantener al equipo con vida siempre que el Valencia intentaba marcharse en el marcador.

Llegó el cuadro insular con opciones al último cuarto, como en las dos primeras jornadas, pero se vino abajo y ni siquiera soñó en los últimos minutos con la victoria. Desfondado y tocado mentalmente, el equipo claretiano ha perdido la confianza que le sobraba en la Supercopa. Además, la gestión de los cambios ha sido, cuanto menos, cuestionable. Pasecniks y Hendrix, los mejores del equipo ayer, y con diferencia, no pisaron la cancha en el tramo final. Sí lo hizo Bo McCalebb, en un nuevo intento de Luis Casimiro de encontrar la mejor versión de un jugador destinado a vestirse de héroe, pero el estadounidense sigue sin responder. Albert Oliver tampoco tuvo su mejor y ahí, en el puesto de base, de brújula, nacieron muchos de los problemas del equipo.

En varios tramos del encuentro los ataques resultaron un misterio. Parecían no tener otro plan que la improvisación. Por dentro produce mucho y bien el equipo amarillo. Hendrix, Pasecniks y Planinic fueron el mejor recurso para los locales, pero faltó aportación lejos de la pintura. Los siete exteriores -Bo McCalebb, Oliver, Kuric, Salin, O'Neale, Rabaseda y Paulí- se combinaron para un triste 4/16 desde la línea de 6,75 metros.

Una de las novedades que presentó ayer Luis Casimiro fue la amplia presencia de Oriol Paulí en la dirección. El catalán ya fue usado por Aíto García Reneses como base. Ayer compartió minutos sobre la pista con McCalebb o con Oliver, pero en muchos momentos cedieron el testigo al joven para que dirigiera las jugadas. Tampoco funcionó esa variante, como la de juntar a Kuric y Salin en los últimos minutos para buscar una reacción desde el triple. No encuentra la tecla Luis Casimiro y los jugadores no le ayudan con su irregularidad defensiva. De hecho, con una media de 91 puntos encajados por partido es la peor defensa de la competición tras estas tres jornadas.

Ocurre que es bipolar el equipo amarillo, que encadena rachas de buen juego y gran defensa con otras de desastre colectivo. Ayer dejó al arsenal del Valencia en 37 puntos al descanso, una cifra de mérito. Pero en el tercer parcial llegó a encajar 18 puntos en cuestión de cinco minutos. Hay argumentos, hay materia prima para competir, incluso para mejorar los grandes éxitos de las últimas temporadas, y hay fondo de armario, pero falta intensidad y concentración, dos de las señas de identidad del equipo claretiano en los últimos años. Y orden en ataque.

Tuvo carácter el Herbalife para remontar varias desventajas. Fue casi siempre a remolque ante un Valencia bien dirigido por Pedro Martínez y que mantiene la base del año pasado. De inicio ya mostró precipitación el equipo claretiano y el Valencia, con las ideas más claras, se fue de diez puntos muy pronto (2-12, m. 4). Con triples de Salin y Kuric, la regularidad de Hendrix, la aparición estelar de Pasecniks y cuatro puntos de Oliver el cuadro insular acortó distancias (18-22, m. 10) a pesar de que llevó al Valencia demasiadas veces a la línea de tiros libres.

El conjunto de Pedro Martínez dio otro estirón (26-33, m. 17) con un Diot sublime, Sikma picando piedra y Dubljevic en plan imparable. Pero los amarillos volvían a resistir y con Rabaseda de vuelta -se le echaba de menos-, y tanto Hendrix como Planinic mandando por dentro logró la primera ventaja del partido antes de irse al descanso a un punto (36-37, m. 20).

Ventaja en el tercer cuarto

El tercer período lo empezó el Herbalife con cuatro puntos de O'Neale y McCalebb, que parecían reengancharse al encuentro, pero el equipo se desconectó y encajó un parcial de 7-18 en cuestión de cinco minutos para alejarse de nuevo en el marcador (47-55, m. 26). De nuevo Hendrix, con un par de mates y bailes en la pintura, y la intimidación de Pasecniks resucitó el conjunto de Casimiro antes del último parcial (57-61, m. 30).

Por dentro los dos equipos se hacían daño mutuamente, pero por fuera el único acertado era el Valencia. Pese a todo Pasecniks, con un triple, un mate y un 2+1, la visión de juego de Hendrix y la velocidad de Rabaseda mantenían con vida a los amarillos (63-68, m. 33). Estaba al filo de la navaja el cuadro insular y se despidió del partido con las pérdidas de Kuric, Bo McCalebb, Báez y Planinic y varios fallos desde la línea de 6,75 metros (66-77, m. 37). No hubo noticias en los últimos minutos de los locales que mejor estaban jugando. Mientras, en el Valencia sentenciaban con aportación de todos. No fue así en el Gran Canaria, que tiene mucho que recapacitar.

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