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Herbalife Gran Canaria Eurocup

El Granca vuelve a creer

Los amarillos se estrenan en la competición europea con una contundente victoria ante el Cedevita Zagreb tras sus tres tropiezos ligueros

Confianza en sí mismo. El CB Gran Canaria volvió a encontrar ese sentimiento propio tan preciado ante el Cedevita Zagreb para dejar atrás once días de tormento donde acumuló tres derrotas que hicieron saltar las alarmas. Porque los de Luis Casimiro, liderados en el frente ofensivo por Kyle Kuric -25 puntos y 25 de valoración- recuperaron sensaciones y demostraron que saben de qué va esto de jugar al baloncesto con una victoria sin paliativos ante los croatas por 101-76.

La Eurocup, ese mismo lugar donde el Herbalife Gran Canaria se ha refugiado de sus debilidadades y sus miedos en otras temporadas, llegaba ayer a Siete Palmas con el mismo fin: servir de bálsamo para un Granca herido tras un 0-3 inicial en la Liga Endesa. La Supercopa lograda en Vitoria, más allá de ser una efeméride que traspasara la eternidad en el deporte canario -nunca un equipo del Archipiélago había logrado un título- empezaba a quedar lejana. Por ello, ganar primero y, reencontrarse con el buen juego después, era una necesidad total.

Para buscar ese objetivo, Luis Casimiro apostó por la veteranía de Albert Oliver de entrada en un cambio de base con respecto al partido frente al Valencia. También por la mano de Kuric y la pelea de Planinic en su quinteto inicial. Tres cambios en comparación a los cinco que empezaron de inicio en la última derrota amarilla.

Empezó así el Granca a intentar dejar atrás sus problemas frente a los balcánicos, siempre peleones, víctimas de su incuestionable ADN. Con esa iniciativa en la cabeza, los ocho primeros puntos de los claretianos siempre encontraron la contestación del Cedevita, en unos primeros pasos donde se mezcló las ganas de enderezar el rumbo con la imprecisión que arranca la falta de calor de juego (8-8, min. 6).

Los de Casimiro se dieron cuenta de que eso no bastaba para empezar a hacer daño de verdad a los de Veljko Mrsic. Un triple de Kuric abrió un parcial de los que animan, de esos que le hacían falta al Granca para empezar a reencontrarse sobre el parqué. Porque el 9-0 (17-8) que se sacó de la manga el cuadro claretiano tras una canasta en el último segundo de la posesión desde las manos de Eulis Báez -las que se clavan cuando todo va de cara- elevó una moral tocada. Un cambio de ritmo que no era casualidad: la dirección de Oliver y un plus de intensidad defensiva dio vida al Granca.

El parcial lo cortó Dukan con un triple, aunque el Herbalife se mantenía firme en su propósito de empezar a cambiar su rumbo. Salin con otro lanzamiento desde el perímetro devolvía el +9 en el marcador del Arena; diferencia que aumentó Royce O'Neale en una de las jugadas del partido. Porque el alero norteamericano, sacando desde la línea de fondo, se asistió golpeando el balón en la espalda de Miro Bilan para machacar el aro y colocar el 22-11 (+11) en el electrónico. El Cedevita veía que aquello se le podía escapar y apretó al final del cuarto para poner el partido en un 22-16.

A romper el partido

No fue un problema aparente ese amago de despertar balcánico; el Granca siguió a lo suyo. Se les veía bien a los amarillos tanto física, como sobre todo, mentalmente. Ni un gesto de desesperación. Es lo que tienen los puntos. Las rotaciones en pista no se notaron. Un arranque potente en el segundo cuarto simbolizó un Herbalife de vuelta. Porque con 11-2 de parcial los amarillos llevaron su ventaja a los 15 puntos (33-18, min. 13). McCalebb, perdido en el arranque de la Liga Endesa, fue capaz de dirigir y anotar; Hendrix incomodaba a Begic; Aguilar se olvidaba de sus problemas de muñeca.

Y es que la confianza en el deporte -y como casi todo en la vida- puede con casi todo. Sin ella, probablemente, el triple que se sacó Aguilar desde la nuca con la bocina sonando para poner el 38-23 en el marcador nunca hubiera entrado. Renta que McCalebb llevaría hasta los 16 puntos con un tiro libre (39-23). Sí, el Granca estaba de vuelta.

Scotty Hopson se empeñaba en que el Cedevita no entregara la toalla. Sólo él era capaz de estimular a los suyos (45-32, min. 18) que aún no sabían lo que les faltaba por llegar. Y es que Kyle Kuric sacó su versión MVP de la Supercopa -17 puntos al descanso- para clavar tres triples seguidos en tres intentos. Una ráfaga de plenos por dentro de la canasta que ajusticiaron al Zagreb. Los 20 de ventaja que alumbraban al Granca en el descanso dictaban sentencia (54-34).

En el tercer cuarto, lejos de adormecerse y dejarse llevar por el fluir de una primera parte notable, el Granca se mantuvo despierto; dispuesto a mantener su valioso trecho en el marcador. Se gustaba. Habían sido muchos minutos de tensión, de equipo desdibujado y triste. En definitiva de poco placer en pista. Así se alcanzaron los 26 puntos de ventaja (66-40) tras un rebote ofensivo más mate de O'Neale.

Y aunque el Cedevita Zagreb hizo el intento por volver a meterse en el partido -siempre con Hopson presente, el mejor de los croatas ayer con 23 puntos-, el Herbalife reaccionó cuando vio como le habían recortado diez puntos en el marcador al término del cuarto (77-61). Una puesta a punto en el descanso de cuarto y de vuelta a sacar el rodillo. Porque en el último cuarto el Herbalife flotó sobre el parqué sin miedo a nada, defendiendo con criterio y volando en ataque para superar los 100 puntos (101-76) y volver a creer.

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