El grancanario Samuel Beneyto es una de las grandes esperanzas de la vela ligera canaria. Campeón de España individual y por comunidades autónomas en Optimist, disfruta de su último año en esta clase, donde quiere mejorar su clasificación en el Mundial antes de seguir navegando como patrón en 420, embarcación integrada por dos tripulantes.

El joven Samuel, de 14 años y estudiante de Tercero de la ESO en el Colegio Alemán, lleva la vela en los genes. Su abuelo Paco fue integrante del mítico Tirma y regatista en vela latina canaria, y su padre, Miguel -empresario náutico-, también navegó en Optimist, Snipe y Crucero.

Sin embargo, Samuel era reticente a practicar la vela y comenzó jugando al fútbol federado en el Veteranos del Pilar como centrocampista, siguiendo los pasos de Gilberto, hermano de su abuelo y ex defensa de la UD Las Palmas.

"A mí la vela me daba un poco de miedo cuando había algo de viento, hasta que me enganché y empecé a navegar asiduamente a los 9 años en el Náutico, con Alejandro Morales, Enrique Rúa y Marta Padrón de monitores, y más tarde tuve la suerte de que me dirigiesen Ana Llaca, Adrián Cruz, Toni Navarro y Pacuco Díaz", señala el joven regatista.

Entre naranjas y trabas

"A los pocos meses empecé a ganar trofeos y recuerdo una anécdota graciosa: en el Torneo Mini AECIO no iba muy bien, y mi padre en casa, con unas naranjas y unas trabas, me explicó las reglas básicas del Optimist, y al día siguiente mejoré y terminé como subcampeón", asegura.

Samuel cree que la clave para triunfar se basa en prepararse bien físicamente, tanto en los días en los que hay viento como en los que no, y en tener las ideas muy claras en el apartado estratégico.

En la actualidad, entrena a las órdenes de Ángel Zubiría de viernes a domingo, entre tres y cuatro horas diarias, y reconoce que navega mejor con viento medio, al pesar poco, aunque últimamente ha ganado unos kilos.

Beneyto tiene pensado competir próximamente en 420, junto a un tripulante, ya que tiene claro que seguirá de patrón, algo que se adecúa a sus características como navegante.

Este mismo año espera participar en la Copa de España, en Semana Santa en Alicante, y en el Campeonato de España, en junio en Mallorca, e intentar clasificarse para el Europeo en Bulgaria y el Mundial en Tailandia, para mejorar la 30ª posición que logró el pasado año en Portugal, donde cubría su cabeza con su inseparable gorra de la UD Las Palmas.

Satisfecho del Mundial

"Creo que hice un buen papel en el Mundial de Portugal, al quedar en el puesto 30 entre 250 participantes, y ser además el primer español en la clasificación general", manifiesta.

El regatista, que ha tenido tres embarcaciones en Optimist (Sancochito I y II y una tercera sin nombre), cuenta con el apoyo de las empresas Rolnautic y hospital La Paloma, y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para hacer frente a los gastos de la práctica de este deporte, mientras que el Náutico le facilita el entrenador y diversas ayudas más.

"Yo animaría a los niños a navegar y les diría que no tuviesen miedo cuando haya viento. Deben tener paciencia, porque cuando empiezas igual te resulta un poco aburrido y complicado, pero cuando vas aprendiendo cosas te diviertes bastante", indica.

Samuel considera que para un navegante grancanario es ventajoso navegar en la bahía capitalina, por el conocimiento del campo de regatas y, sobre todo, por saber de dónde vienen los roles y la ola, aunque por su proyección está llamado a realizar grandes gestas lejos de su isla.

En tal sentido, reconoce que en Gran Canaria se halla uno de los mejores campos de regata del mundo, aunque cuando la flota isleña compite en el exterior le falta experiencia en otras condiciones de navegación.