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El Herbalife cree en Europa

Los amarillos, tras acabar con el UCAM Murcia, suman su segunda victoria en esta fase, se colocan segundos clasificados del grupo y pasan a depender de sí mismos para estar en cuartos

Al Granca no se le ha escapado la guagua de la Eurocup. De momento, ha llegado a la parada y ve como la puerta la tiene abierta para pasar a la los cuartos de final de la competición continental. Porque este Herbalife Gran Canaria demostró ayer en Murcia ante el UCAM que cree en Europa. El equipo amarillo ganó con solidez al cuadro universitario por un contundente 67-83, en un partido que dominó de cabo a rabo gracias a una regularidad notable, basada en una defensa agresiva y un control del balón inteligente en la mayor parte de los 40 minutos.

El Herbalife Gran Canaria tenía varios frentes antes de empezar el partido. Primero, algunos consigo mismo. Porque entrar en la precipitación y que las sombras de otra derrota -mortal para el Granca en esta Eurocup- se posaran sobre los amarillos era un miedo que el equipo de Luis Casimiro debía evitar. Todo después de patinar con estrépito y pena ante el MoraBanc Andorra en la última jornada de la Liga Endesa. Pero también debía saber cómo enfrentarse ante un club revolucionado con la llegada de un viejo profeta en Murcia: Fotis Katsikaris, que esta semana relevó en el banquillo a Óscar Quintana.

Así que el Granca arrancó convencido de lo que no debía hacer; dejar que el furor con el que podía salir el UCAM Murcia protagonizara los primeros minutos del partido. Imponer el ritmo desde la defensa y el control desde el base era la primera batalla a ganar. El duelo entre Bo McCalebb y Facundo Campazzo estaba servido en un intercambio de puntos y compases.

El UCAM se agarró al triple -solo encestó de esa manera en todo el primer cuarto- para mantenerse en un inicio donde el Granca entró con el cuchillo entre los dientes, duro y firme en cada defensa, con Royce O'Neale de escudero perfecto para el base de Nueva Orleans (6-9, min. 3, tras cinco puntos consecutivos del norteamericano).

Poco a poco, el Herbalife empezó a labrar una diferencia para sentirse dominante en el partido, en ese modo como mejor se siente el cuadro amarillo. Con O'Neale inspiradísimo (6-14, min. 5, después de otro triple suyo, acabó con 12 puntos) y una labor defensiva de equipo tenaz y sostenida, sin fisuras ni desconexiones mentales, el marcador se agrandaba. Katsikaris acudió a la pizarra ante la avalancha, pero no encontró la manera de deshacerse del aliento en el cogote del Herbalife en cada defensa. Nada ponía a salvo a los suyos.

El Granca seguía en la línea, forzando pérdidas -hasta seis en el primer cuarto, que acabó con cuatro robos amarillos- y anotando de manera constante en el lado contrario. De esa manera abrió un parcial de 0-10 para llegar al final del primer periodo con una ventaja de 14 puntos (12-26).

La apertura del segundo cuarto no varió mucho el guión. El Herbalife siguió con la pauta marcada; defendió con intensidad, ceñidos al juego de manos y piernas, para volar en el marcador. Ese periodo trajo noticias positivas para el Granca, ya no solo por el electrónico, que superó las dos decenas de distancia entre uno y otro equipo, sino por detalles individuales que invitan a creer que este equipo tiene margen de mejora. Sasu Salin, después de un último mes para olvidar, reapareció en el perímetro (16-31, min. 13) y puso ese plus de energía defensiva que lo hacen ser un jugador esencial para el Granca.

La rotación larga del cuadro claretiano azotó al UCAM, en plena descomposición, y con seis puntos seguidos de Richard Hendrix, que sigue demostrando que tiene una clase en la pintura al alcance de muy pocos jugadores en Europa, mandó el partido al descanso con una ventaja suficiente para que el Granca respirase. Veintitrés puntos al descanso de diferencia (21-44) señalaban al equipo de Luis Casimiro el camino a la victoria.

El Herbalife volvió del vestuario con el mismo ímpetu, al menos en el inicio. Los amarillos siguieron comiéndose el marcador hasta rozar los 30 puntos de ventaja (+28, 21-49, min. 22). Los de Casimiro daban una sensación de autoridad brutal, dominando todas y cada una de las facetas del juego, poderosos en el rebote, ordenados en defensa y letales en el aro rival.

Pero el UCAM, que no dejó de mostrar su arrojo durante todo el partido, volvió a mirar más allá del arco para empezar un intento de remontada con Vitor Benite y Billy Baron liderando al cuadro pimentonero. El Herbalife empezó a hacer un uso razonado de su ventaja, a dosificar los puntos logrados con anterioridad y así ir acabando a fuego lento con el partido. Una técnica que le valió aunque por momentos el Palacio de Deportes de Murcia enloqueciera. Sobre todo cuando tras una canasta de Billy Baron, el UCAM se iba a los últimos diez minutos con 16 puntos que remontar. Todo un mundo, pero lejos de esos casi 30 de puntos de distancia que alumbró el marcador en Murcia.

Llompart, nada más ponerse en marcha el último cuarto, clavó un triple que dejaba la distancia en 13 puntos. (48-61, min. 31). Pero ese tanteo, que se sostuvo durante los primeros minutos del cuarto, no acabó con el Herbalife. Los amarillos no patinaron, supieron domar la situación y volvieron a poner ventajas notorias en el electrónico de más de 20 puntos (57-78, min. 37). Un colchón más que cómodo para respirar, llegar a un final sin sobresaltos y saber que estar en los cuartos de final de la Eurocup es algo que depende del propio Granca.

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