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Automovilismo Rally Islas Canarias

El rally, en el salón de casa

Vecinos de San Juan, San Roque y El Batán vibran desde la acera con el paso de los 'patas negras'

El rally, en el salón de casa

La tradicional tranquilidad de las calles de los barrios de San Juan, San Roque y El Batán se vio asaltada por el rugir de los motores de auténticos patas negras de los rallys. La inclusión por primera vez de un tramo urbano en el rutómetro del Rally Islas Canarias se puede catalogar como un éxito absoluto. Miles de personas seguían atentamente desde primera hora de la tarde el devenir de los participantes desde una privilegiada atalaya.

Destacar el exquisito comportamiento del público, que en todo momento seguía las recomendaciones de la organización en cuanto a la ubicación para que no se produjera ningún incidente que incidiera en la seguridad.

Las laderas del barranco del Guiniguada, donde se asientan estos pintorescos barrios de la capital grancanaria, pasaron a ser privilegiados palcos VIP . Desde ellos, multitud de aficionados y curiosos de todas las edades seguían con entusiasmo el paso de los vehículos del Rally Islas Canarias con teléfono en mano para captar las benditas locuras de los pilotos.

Sin duda, los que más expectación levantaban a su paso fueron los primeros espadas del certamen europeo y luego, casi al nivel de los anteriores, de los principales integrantes de la Armada canaria y de mitos de nuestro automovilismo como Luis Monzón y José Mari Ponce, quien casi se queda sin terminar el tramo por una avería en su SEAT 600 que se paraba a poco de la meta.

Pero no solo los vecinos de San Juan, San Roque y El Batán disfrutaron de la prueba. Mucha gente de otras zonas de Las Palmas de Gran Canaria y también de otros municipios grancanarios, entre ellos de Telde y San Mateo, e incluso de otras islas como Lanzarote, se congregó para vivir esta nueva experiencia en el Rally Islas Canarias.

Desde primera hora de la tarde, el goteo de personas buscando la mejor ubicación posible para disfrutar del espectáculo era incesante. Todos muy bien pertrechados. No faltaban las confortables sillas, las sombrillas, la neverita... Cuando alrededor de las siete la tarde aparecía la lluvia, el público, en vez de amedrentarse, se frotaba las manos ante la previsión de más derrapes y cruzadas con el asfalto mojado.

También hubo tiempo para algunos sustos. Cuando se escuchaba un fuerte griterío desde la parte alta del trazado, suponía un aviso de que algún vehículo había sufrido un percance en forma de golpe; luego, al paso del vehículo por la zona baja, la otra parte de los espectadores comprobaba los desperfectos ocasionados en la chapa del coche.

Llegados a las primeras zonas de aglomeración, a falta de un buen rato para el paso de los vehículos, doña María, una vecina despistada, desde la ventana de casa preguntaba por el motivo de tanto ir y venir de gente, ajena a la actualidad.

Un poco más arriba de la empinada calle, otros dos vecinos, Suso y Jesús Cabrera, padre e hijo, veían con buenos ojos la idea de la organización de incluir un tramo espectáculo por la zona. El progenitor, que reconocía que no era un apasionado de los rallys, explicaba que ésta era una buena fórmula para acercar a los ciudadanos de la capital a una prueba que suele discurrir por carreteras cumbreras. "Esto ha alterado la vida diaria de la zona. Ni en las fechas de las fiestas del barrio se ve tanta gente por aquí", afirmaba con expectación antes del evento.

Su vástago, quien sí tiene afición por el mundo del automovilismo y cuyo piloto preferido a nivel canario es Luis Monzón, declara que el cierre de carreteras había afectado en algo a los residentes de la zona, "sobre todo a la gente mayor por el tema de las guaguas".

Ambos estaban acompañados por su amigo Juan Díaz, vecino de Telde que hizo uso del transporte público en previsión de los problemas de tráfico para acercarse a ver en directo una prueba que sigue desde hace muchos años, casi treinta. "Las fechas de este rally siempre son especiales para los seguidores, que incluso piden vacaciones o juntan días para cogerlos ahora", manifestaba.

Además destaca el potencial de los inscritos de esta edición, y sigue atentamente las evoluciones de dos de los veteranos pilotos locales, José Mari Ponce y Luis Monzón, "mi preferido". Afirma que este tramo urbano permite vivir la prueba de otra forma, "porque cuando sales para el campo a seguirla mucha gente va por el tema de la fiesta que se crea alrededor".

De la zona de El Toscón y Piletas venían Antonio Suárez, Miguel Ángel Cabrera y Jonay Pérez, acompañados del pequeño Hugo. El primero de ellos, de 65 años de edad, se trata de un avezado en esto de los rallys. Rememora que a mediados de los 60 llegó a ver "tramos de velocidad en los alrededores del Teatro Pérez Galdós".

"Crea afición"

"Sin duda especiales como ésta ayudan a crear afición, porque se acerca a este deporte gente que no es seguidora habitual y que acude para presenciar un espectáculo", explica. A continuación, añade que "no recuerda una inscripción en toda la historia del nivel de la actual", y muestra sus preferencias por Luis Monzón para representar al automovilismo canario en la pelea por las plazas de honor: "Siempre da el callo".

Barranco arriba por la carretera del centro, para cambiar de vertiente hasta el barrio de San Juan, nos encontramos con Cristian, Celso, Alejandro y José Francisco. Llegaban al sexto tramo de la primera jornada del Rally Islas Canarias tras ver también en directo las dos pasadas por la especial de San Mateo, su municipio. Todos se declaran de José Mari Ponce "a muerte" y reconocen que este año "hay buenos pepinos" corriendo, resaltando la actuación del líder tras el primer día, el ruso Alexey Lukyanuk.

Desde la zona de Miller Bajo acudieron a presenciar el tramo urbano Aythami, Carlos, Adrián y David. Este último, que lleva veinte años siguiendo esta prueba, considera que se trata de una idea "espectacular", pues "nunca se había visto algo así en la capital". "Ya era hora que se hiciera aquí un evento de automovilismo, un deporte que arrastra mucha afición, y dejarse de organizar tanta carrera de atletismo", apuntaba este aficionado.

Esta especial fue la única que pudo seguir en directo de la primera jornada, aunque asistió a los entrenamientos y al Shakedown. Afirma que esta edición es "de récord", con una lista de "primer nivel" y con coches "de gran nivel". De los canarios, ve a Luis Monzón, a pesar de su veteranía, como él "único" que le puede plantar cara "a estos pibes jóvenes que compiten en el Campeonato de Europa".

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