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Atletismo Trail

La Bluetrail de María Lorena

Pese a su retirada, la participación de la corredora rarámuri y de su hermano Mario les significa ser los primeros tarahumaras de la historia que compiten en suelo europeo

La presencia de los mexicanos María Lorena y Mario Ramírez en la Cajamar Tenerife Bluetrail fue uno de los grandes atractivos de la edición de 2017. Aunque el éxito deportivo no acompañó a los hermanos de la etnia rarámuri o tarahumara, puesto que ninguno de los dos fue capaz de llegar a la meta ubicada en Puerto de la Cruz, el impacto de su participación en Tenerife fue más que notorio.

Desde que el pasado lunes se conoció que María Lorena iba a correr en la Bluetrail, la noticia fue recogida por los medios de comunicación de todo el mundo. La pequeña de la familia Ramírez contaba con la vitola de su triunfo hace unos meses en la Ultratrail Cerro Rojo (en Puebla, México). Fue una victoria que traspasó fronteras porque, fiel a la idiosincracia rarámuri, corrió y ganó con su atuendo habitual (falda y sandalias o huaraches) y sin incorporar nada del hasta muchas veces sofisticado equipamiento de la modalidad de trail.

Ese éxito la catapultó, junto a su hermano Mario, hasta la Bluetrail. Ambos tienen el honor de ser los primeros rarámuris que disputan una carrera de fondo en Europa, ya que si bien es cierto que su ámbito de acción se circunscribe a México, muchos tarahumaras han participados en los últimos 30 años en carreras en Estados Unidos. Pero hasta ahora, nadie había cruzado el charco para competir en el Viejo Continente.

"Nunca me imaginé que estaría aquí. Nunca habíamos salido tan lejos, hemos viajado 18 horas y nos gusta esto, conocer la playa, conocer Europa y Tenerife. Es una felicidad para nosotros estar aquí", señaló Mario Ramírez en el encuentro que tuvo con el presidente del Cabildo, Carlos Alonso. Los Ramírez llegaron el miércoles a la Isla tras 18 horas de vuelo y varios transbordos. Tras descansar, disfrutaron de la santacrucera playa de Las Teresitas y acudieron a la Feria del Deporte a recoger los dorsales 491 y 492 con el que iban a tomar la salida.

Las grandes estrellas

A las 23.00 horas del viernes, María Lorena y Mario eran las grandes estrellas en la línea de salida de Playa de Las Vistas. Muchos mexicanos se acercaron hasta allí para transmitirle ánimos, mientras que otros participantes aprovecharon la ocasión para fotografiarse con ellos. La otra estrella de la Bluetrail, el nepalí Sange Sherpa -ganador en 2016- dio pie a una imagen que ya forma parte de la historia de la prueba. Aunque los tarahumaras portaron su indumentaria habitual, la organización de la Bluetrail les proporcionó el material preciso (frontal luminoso y chaleco de hidratación) para afrontar una carrera de la exigencia como la Ultra, de 97 kilómetros, con ascenso al Teide (3.555 metros) y el posterior descenso al Lago Martiánez. Eso sí, aunque Mario calzaba unos tenis, María Lorena salía con sus habituales sandalias y unos calcetines como única protección para sus pies.

Tres, dos, uno... La carrera dio comienzo. Lorena llegó al primer punto de control en Arona (11,09 km) en 1h.36:06, un poco alejada de la cabeza, pero entre las diez primeras mujeres. Su fuerte no es la noche y fue perdiendo terreno con respecto a las mejores. En Vilaflor (28,19 km) marcó 4h.45:51, a un ritmo de 10:08 minutos por kilómetro; de ahí, la mexicana puso rumbo al Parador Nacional de El Teide, a donde llegó tras cumplir 8 horas, 29 minutos y 11 segundos. Lorena iba la octava de la general, pero su rodilla ya empezaba a darle problemas.

Y lo siguiente era la ascensión a El Teide para pasar por el punto más alto de España y el segundo de Europa dentro de las carreras de montaña, la Rambleta y sus 3.555 metros de altitud sobre el nivel del mar. La esperaban arriba, pero no llegó. Su rodilla dijo basta. Y aunque su ritmo no era para ganar, sí que podía haber estado entre las mejores, ya que su fuerte es la carrera diurna y la acumulación de kilómetros. El helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), que intervenía en ese momento en la zona donde se encontraba para auxiliar a otro competidor, la evacuó hasta un centro hospitalario.

Tampoco Mario tuvo la suerte de acabar. Le faltaron poco más de 20 kilómetros para llegar a la Ciudad Turística. Se podría decir que El Teide pudo con ellos, aunque eso no sería del todo cierto. Lo positivo de los hermanos Ramírez es que han sido capaces de llevar con ellos toda la filosofía ancestral del pueblo tarahumara, conocidos como Los de los pies ligeros. Hicieron que muchos que no conocían de sus costumbres y su forma de entender la vida se acercaran a ellos de forma directa o a través de los medios de comunicación. Y, con su humildad y forma de ser, enriquecieron la historia de una prueba, la Cajamar Tenerife Bluetrail, que siempre está abierta a cualquier deportista. Eso ya lo saben hasta en el Sierra Madre mexicana. Y antes de decir adiós a Tenerife, María Lorena y Mario serán recibidos por el Cónsul de México, una forma más de aplaudir su valentía a competir, pero también a vivir una experiencia que traspasó todas las fronteras.

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