Más reposado, el día después del fantástico quinto puesto en la final del relevo 4x400, pulverizando el récord de España anterior, ¿qué sensaciones le quedan de lo vivido en el Estadio Olímpico de Londres?

Sensaciones increíbles. Salió todo a pedir de boca. El batir el récord de España estaba en nuestra mente, pero una quinta posición en un Mundial es un resultado de otro nivel. Nadie podía pensar, ni nosotros mismos, que por momentos en la carrera íbamos a estar rozando el podio.

¿ Cómo vivió personalmente esos momentos previos a la gran final de la prueba que ponía el colofón al Campeonato del Mundo de Londres?

Muy tranquilo, como antes de la semifinal en la que ganamos por delante de grandes potencias mundiales de la velocidad como Jamaica e Islas Bahamas. Estaba relajado, centrado en dejarme la vida cuando me llegara a el turno. No he visto la carrera repetida, pero recuerdo mis últimos cien metros aguantando y adelantando a uno de los hermanos Borlée, de Bélgica.

Este quinto puesto debe saberles a podio, porque sólo se vieron batidos por países históricamente con una mayor tradición en esta prueba, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Gran Bretaña...

Así es. Estuvimos a un gran nivel ante auténticas potencias. A nosotros nos queda mucho por mejorar. Este es nuestro primer año juntos y el nivel en el 4x400 ha subido muchísimo.

¿Que rasgo destacaría usted del equipo que forma junto a Samuel García, Óscar Husillos y Lucas Búa?

Para llevar un año juntos, formamos un cuarteto muy homogéneo. Si bien individualmente cada uno mira por sus intereses, cuando nos juntamos lo damos todo por el país que defendemos y sabemos cómo rendir mejor. Los cinco, porque también me gustaría mencionar al reserva Alberto Gavaldá. Él y yo hemos sido los últimos en llegar al grupo y nos han acogido fabulosamente. En el Mundial hemos pasado mucho tiempo juntos y ha reinado un gran ambiente de compañerismo dentro y fuera de la pista.

El resultado del 4x400 lo podemos calificar como un auténtico sorpresón, teniendo en cuenta que consiguieron su plaza por ránking bastante tarde.

Mis compañeros estaban dentro porque habían conseguido la mínima para el Mundial. El relevo era mi única baza. Sólo habíamos hecho una carrera en Francia, cuando ganamos el Campeonato de Europa por países de Lille. Aunque luego se habló de hacer un 4x400 en los mítines de Huelva y Moratalaz, no fue posible. Al final, pudimos acudir a Londres gracias a las renuncias de Venezuela y República Dominicana. Así pues, dimos la sorpresa, nadie se pensaba que podíamos conseguir una quinta plaza final y ganar la semifinal, por delante de países como Jamaica e Islas Bahamas.

¿Hubiese sido una decepción para usted, aunque aún es sub-23, no haber estado en el Mundial en el supuesto caso de que el relevo no hubiese conseguido la plaza?

Aunque acabé la temporada haciendo mi mejor marca personal, no conseguí acercarme a los 45 segundos. Estar en el Mundial en la prueba individual era complicado. Pero no me preocupa esa marca, porque sé que la puedo conseguir.

¿Y ahora qué? ¿Qué objetivos se marca para la próxima temporada atlética?

Ahora me toca disfrutar hasta septiembre. El deporte se acabó por ahora desde que pasé el control antidopaje tras la final de Londres. Estoy deseando llegar a Fuerteventura y desconectar, sólo pienso en estar con mi familia, mis amigos, la playa... Ya he quedado con mi entrenador que en septiembre ya hablaríamos de los retos para la próxima temporada, porque el año ha sido muy largo.

La próxima campaña hay programados eventos de enjundia, sobre todo el Europeo al aire libre de Berlín. Suponemos que entre sus retos estará el competir allí en las pruebas individuales de 400 metros.

Ese es el objetivo, porque me gustan los grandes retos. Y si no se consigue, porque la calidad en los 400 metros ha subido mucho, hay tiempo para lograrlo. Si no logro entrar en individuales, espero competir con el relevo, porque pienso que estaremos en el podio.

¿Cómo ha sido para un chico de su edad la experiencia de vivir desde dentro un evento de las dimensiones de un Campeonato del Mundo como el de Londres?

Sin duda, esta experiencia no la voy a olvidar en mi vida. Lo más que me impactó fue el ambiente que se respiraba en el Estadio Olímpico. Un recinto con capacidad para más de 65.000 personas que siempre estaba hasta arriba de gente. La cultura de atletismo que hay en Inglaterra es brutal. Que el atletismo esté a este nivel en España resulta impensable de momento, porque es difícil competir con el poder del fútbol.

¿Qué le parece el resultado global de la selección española en Londres, de donde se regresa sin ninguna medalla y en el puesto 30 de la clasificación por puntos, con únicamente cuatro representantes en finales?

Escucho muchas críticas, pero la gente no se da cuenta de que los atletas hacen un esfuerzo enorme para conseguir éxitos. Pero estamos hablando de un deporte individual. En un deporte de equipo, si tienes un mal día puedes salvarlo gracias a tus compañeros. Aquí no. Ha sido un Campeonato del Mundo bastante complicado para nuestros atletas. Los principales estandartes del equipo han llegado tocados. Por ejemplo Ruth Beitia, la campeona olímpica de salto de altura que llevaba una temporada complicada y no afrontaba la competición en las mejores condiciones. A pesar de ello, logró meterse en la final. Nuestros atletas lo han dado todo, lo que pasa es que solo se ven los resultados y no se valora el trabajo. Todos queríamos subir al podio, pero en un Mundial resulta muy complicado . No hay que desesperarse.

E l primer Campeonato del Mundo de Darwin Echeverry coincide con el último del mito Usain Bolt, su ídolo. ¿Cómo vivió su despedida en directo desde la misma pista del Estadio Olímpico de Londres?

No lo había visto en el Mundial hasta ayer -por el domingo-. Usain Bolt es mi ídolo. Aunque no coincidíamos en las mismas distancias, me vinculé al atletismo cuando estaba en Fuerteventura gracias a él; sin duda se trata del gran referente mundial del deporte del atletismo en los últimos tiempos.

Con la marcha del velocista jamaicano, ¿piensa que el atletismo mundial se queda huérfano?

Pienso que sí, sobre todo por su forma del ver este deporte.

Sobre todo porque nunca en su carrera se vio salpicado por el fantasma del dopaje, como algunos de sus rivales. Por ejemplo, la respuesta que tuvo el público con el estadounidense Justin Gatlin, campeón mundial de 100 metros, por su oscuro pasado relacionado con el dopaje.

Aunque en estos Campeonatos del Mundo quizás se ha visto un descenso en el rendimiento de los atletas, quizás por el mayor rigor a la hora de detectar el doping, a mí me parece genial, porque no me parece deportivo el ganar títulos y dinero sin actuar limpiamente. En Londres tuve que pasar dos controles, lo que nunca me había sucedido en un campeonato, uno por ganar la semifinal y otro por haber conseguido el récord de España en la final. Personalmente, odio los controles antidopaje, porque tienes que esperar mucho tiempo después de la carrera, pero no me importa hacerlo.