El ambiente hostil que vive Gerard Piqué en la selección española, debido a su postura favorable a la independencia de Cataluña, ha acarreado un sinfín de manifestaciones sobre la idoneidad de su presencia con el combinado nacional. Prácticamente todos se muestran contrarios a los insultos que recibía el central del FC Barcelona en el entrenamiento de la Roja.

Juan Luis Larrea, presidente en funciones de la Federación Española de Fútbol, descarta que el jugador vaya a abandonar la concentración que el combinado nacional lleva a cabo de cara a los partidos ante Albania, el viernes en Alicante, e Israel, el lunes en tierras hebreas.

El dirigente aseguró la continuidad de Gerard Piqué. Dijo que "no se irá si no tiene ninguna lesión". "El ambiente no está enrarecido. Estamos encantados. A la afición hay que pedirle que apoye a la selección. Escuché lo de ayer -por el lunes- y no lo entiendo; pero no pasa nada, las opiniones son de cada cual", añadió.

Por su parte, los jugadores de la selección, en público, cierran filas en torno a su compañero. Thiago Alcántara, centrocampista del Bayern de Múnich, afirma que no lo ve contrariado. "Tiene el compromiso, la actitud y alegría de siempre, incluso dentro del vestuario. Nos apena que se le insulte, porque aquí venimos a jugar al fútbol, no a hablar de la vida de nadie, ni de la mía", afirma con rotundidad.

Mientras, Koke, centrocampista del Atlético de Madrid, admite que ya les "cansa un poco hablar siempre de lo mismo" y más a días de un "partido importantísimo" ante Albania en Alicante.

Más allá del fútbol, un mito del deporte español como el tenista Rafa Nadal también se moja: "Creo que todas las actuaciones de forma radical, sean de unos o de otros, están mal, la radicalización en general es mala. Pitar a Piqué es también una forma de expresarse de gente demasiado radical".

La clase política no ha quedado al margen de esta polémica. Iñigo Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deporte, afirma que el futbolista "se deja la piel" jugando con la selección y es "un gran jugador", independientemente de sus opiniones políticas. "Puede expresar lo que quiera, otra cosa es que nos parezca que está equivocado en sus opiniones políticas", apunta.

Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, rechaza los insultos recibidos por Piqué en la capital de España: "Quisiera que eso nunca más se repitiera, nosotros los madrileños no queremos insultar a nadie. Somos una ciudad abierta, siempre dispuesta a tener la experiencia con el diferente".