Representantes sindicales y de diversos colectivos sociales y vecinales coincidieron ayer en que la crisis económica, que ha dejado sin empleo a muchos trabajadores, obliga a retomar el sentido de lucha de la festividad del Primero de Mayo, que se había perdido precisamente durante la situación de bonanza. Durante el debate 'Frente a la crisis, unidad lucha de los trabajadores', que tuvo lugar en el Club Prensa Canaria, Mery Pita, dirigente sindical, destacó que la situación en Canarias es "alarmante" porque de seguir creciendo el número de parados se va a llegar a los 300.000 desempleados y esa situación podría provocar un estallido social. Por ello, defendió que el Primero de Mayo tenga este año una carácter "combativo".

En la misma línea se expresaron José Villalba, de CGT, y José Luis Prats, de CC OO. Ambos incidieron en que la patronal aprovecha la crisis económica para restar derechos a los trabajadores y si sindicatos y colectivos sociales no se unen nada quedará de los pactos de Toledo.

Joaquín Sagaseta (Justicia y Sociedad) dijo que "si los trabajadores no comparten los beneficios empresariales tampoco deben compartir sus pérdidas". Eugenio Reyes (Movimientos vecinales de Gran Canaria) lamentó que "los perdedores de la crisis sean lo que tengan que buscar las soluciones".

De otro lado, CC OO consideró ayer "no descartable" una huelga general en el Archipiélago, como han planteado las 27 organizaciones sindicales, si se advierte "total pasividad" de Madrid Canarias en la defensa de los derechos laborales. Sin embargo, UGT no planteará una huelga general "salvo que existan recortes de derechos laborales", según aseguró ayer la secretaria regional, Alicia Rodríguez.