Demasiados escollos en el camino. Ésta es la situación que describe, al día de hoy, el sentir de las dos principales cajas de ahorros de canarias cuando oyen el término "fusión financiera", aunque sin descartar esa hipótesis. Tanto La Caja Insular de Ahorros de Canarias (La Caja) como La Caja General de Canarias (CajaCanarias) se muestran extremadamente prudentes cuando se les plantea una posible concentración en una sola entidad. Con todo, ambas firmas coinciden al rehuir, en primera instancia, la unión de sus fuerzas. El principal argumento a tener en cuenta es el de los resultados, que son los que priman a final de cada ejercicio. La fusión financiera no sería más rentable para las entidades, ni sería del todo práctica, reconocen desde las dos instituciones.

Además, la sobredimensión de la plantilla sería otro de los obstáculos a los que se deberían enfrentar las dos cajas, que sí pueden presumir de contar con empleados fijos. La concentración de cajas supondría también un coste demasiado elevado en materia de supresión de sucursales, directivos y personal, que en la actual recesión serían un lastre muy pesado para la unidad resultante.

Desde la entidad tinerfeña aseguran con contundencia que en el actual panorama económico que atraviesa Canarias no es el mejor momento para operaciones de este tipo. "Ni fusión, ni concentración ni integración" entre las dos cajas, señalan desde la dirección de CajaCanarias. Desde esta caja de ahorros, además, recuerdan que no tiene sentido la unión porque el resultado financiero sería muy pobre. De esta forma, entre las dos cajas canarias apenas alcanzan los 37.000 millones de euros de volumen de negocio, cuando el sector financiero que se mueve a nivel regional ronda los 80.000 millones euros. Es, en todo caso, casi la mitad de toda la banca en las Islas.

Asimismo, una fusión tendría los inconvenientes de decidir qué sucursales se suprimirían, si las de la provincia de Las Palmas o las de Santa Cruz de Tenerife. Además, en el caso de La Caja, que se ha hecho con un hueco de mercado en Tenerife con la apertura de 21 sucursales en los dos últimos ejercicios, supondría el tener que volver sobre sus propios pasos y echar por tierra la inversión que ha realizado, tanto en personal como en la compra de inmuebles. De hecho, la política de esta entidad es la de adquirir en propiedad sus sucursales.

Pese al rechazo inicial a crear una sola entidad regional, la única puerta que dejan abierta ambas entidades es la de "incrementar las alianzas estratégicas", sostienen desde CajaCanarias. Por su parte, La Caja sí baraja su integración "a largo plazo" en la Asociación Técnica de Cajas de Ahorros (ATCA), pero respetando su marca y su red de sucursales.