En apenas una década el mercado de trabajo de Lanzarote y Fuerteventura se ha deteriorado de forma notable. Ambas islas llegaron a rozar el pleno empleo en 1999, en plena eclosión del bum de la construcción, cuando la economía del Archipiélago crecía a un vertiginoso ritmo cercano al 7% anual. Hoy, sin embargo, las tres economías de la provincia oriental tienen a más de una cuarta parta de sus trabajadores desempleados.

En 1999 el paro registrado de la isla majorera sólo alcanzaba al 7% de su población activa, mientras que Lanzarote registraba un porcentaje de desempleo del 6,8%, magnitudes cercanas al 5%, que en la práctica podría considerarse una situación de pleno empleo, dada la existencia de un paro estructural. Por contra, a finales de 2009, en la plena sima de la crisis económica, las economías de estas dos islas son incapaces de dar empleo a una de cada cuatro personas en disposición de trabajar. En concreto, en diciembre del año pasado se registró un 25,4% de desempleo para Lanzarote, por un 26% para Fuerteventura. Gran Canaria también supera el 25% del paro, pero el deterioro de su mercado laboral no resulta tan evidente, porque en 1999 registraba un 13% de desempleo, casi el doble que las otras dos islas.

Por otro lado, un análisis conjunto de la economía de la provincia de Las Palmas revela que sólo ha sido capaz de dar empleo al 40% de las personas que se han incorporado a su mercado de trabajo en estos últimos diez años. Entre 1999 y 2009 la población activa de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura creció en 149.687 personas, y sin embargo en el mismo periplo sólo se crearon 60.072 empleos más. Más de la mitad de los nuevos trabajadores registrados en este periplo carecen a día de hoy de un empleo.

En 1999 el ladrillo daba trabajo directo en Lanzarote a 5.415 personas; una década después, a pesar de que la población activa de esa isla ha crecido en 22.585 personas, sólo viven de la construcción 3.974 lanzaroteños. En cuanto al sector de servicios, si en 1999 el 77% de los puestos de trabajos de esta isla salían de él, diez años después el porcentaje crece hasta alcanzar el 87%.

En Fuerteventura se verifica una tendencia similar. En 1999 la construcción daba trabajo a 4.821 personas en esa isla, mientras que en 2009 los empleos dependientes directamente del sector del ladrillo cayeron hasta 2.958. En cuanto a la dependencia de los servicios, en 1999 el 71% de los empleos de la isla se correspondían a este sector, mientras que diez años después, la misma estadística llega hasta el 84%.

La misma situación se repite en Gran Canaria. En 1999 30.491 personas trabajaban en esta isla en el sector de la construcción, colectivo que quedo en 23.962 personas diez años después. Hace once años el 76% de los trabajos de esta isla correspondían al sector de los servicios; 2009 alcanzaron el 83%.