El sector inmobiliario ya ha pasado por lo peor de la crisis, pero su recuperación no se ha llegado a consolidar, pese a que en el último trimestre de 2010 tuvo una mejoría, sobre todo por el anuncio de las pérdidas de los beneficios fiscales para el ejercicio de 2011 por la adquisición de viviendas que provocó el aumento de la compra de casas. Así definía ayer Javier Sierra, presidente de RE/MAX España, la situación del mercado inmobiliario en un descanso de la XVI Convención Anual que esta red de franquicias inmobiliarias celebra en el hotel Costa Meloneras, en San Bartolomé de Tirajana.

Sierra señaló en unas declaraciones a este periódico que "esa recuperación no se ha llegado a consolidar porque hay dos factores muy importantes que afectan a la compra de una vivienda, como son el paro y la falta de créditos en cajas de ahorros y bancos para las hipotecas, ya que el dinero no está fluyendo y eso retrasa la recuperación, que en este primer trimestre va peor".

El presidente de RE/MAX España, quien señaló que se eligió Gran Canaria para celebrar el acto más importante del año de la compañía porque es en esta zona donde RE/MAX está mejor posicionada en el país, con una cuota de mercado del 20%, alegó, no obstante, que pese a que las inmobiliarias no viven los años dorados de la primera década de este siglo se está produciendo un cambio de ciclo que debe estar liderado por una mayor profesionalización de brokers y agentes asociados, así como de un mayor espíritu de colaboración y unión para salir fortalecidos desde ahora.

La convención anual de esta red de franquicias líder mundial del sector, que cuenta con 6.225 oficinas en 85 países, y en el caso concreto de Canarias de 11 oficinas, la mayoría en Gran Canaria y de 150 asociados, reúne desde ayer y hasta hoy a 200 de los 500 asociados de RE/MAX, que durante estos dos días conocerán a través de ponencias de expertos la actual realidad del sector, sus previsiones y actuaciones.

Hoy, en ExpoMeloneras, se celebra la sesión general, otro ciclo de ponencias y tras su finalización, los agentes tendrán una fiesta de disfraces sobre el Far West en una discoteca sureña.