La destrucción de puestos de trabajo durante el último año no se ha repartido de manera homogénea entre las dos provincias canarias. Las Palmas ha perdido 16.200 ocupados, mientras Santa Cruz de Tenerife, tan solo 4.000, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). La diferente estructura de la planta alojativa turística, con mayor presencia del sector extrahotelero en las islas orientales, se revela como una de las razones que explican esta desigual evolución de las cifras.

Desde el final de septiembre de 2008, la suma de los puestos de trabajo destruidos en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura alcanza los 90.300, mientras que en las cuatro islas restantes dicha cantidad se reduce prácticamente a la mitad (46.200).

El economista José Miguel González apunta a dos fundamentos principales para dar sentido a la divergencia. "En la provincia de Las Palmas, la planta extrahotelera tiene un peso muchísimo mayor que en la de Santa Cruz de Tenerife", explicó. Según detalló, los hoteles crean "muchísimo más empleo" que los apartamentos y, además, esta última modalidad de negocio alojativo "es más sensible a los cambios" y la destrucción de puestos de trabajo "más difícil de recuperar".

Eso ha provocado que la tasa de paro de la provincia oriental se haya incrementado dos puntos entre julio y septiembre para llegar hasta un dramático 37,1%, mientras que la de la occidental tan solo haya avanzado nueve décimas para quedarse en el 33%. Es decir, cuatro puntos porcentuales separan las tasas de desempleo de ambas provincias canarias.

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