La reforma fiscal que detallará mañana el Consejo de Ministros incluye una reducción del límite máximo del capital destinado a planes de pensiones que será deducible en el IRPF. Dicho tope está establecido en 10.000 euros anuales, mientras que la cuantía media depositada por los ciudadanos de las Islas en cada ejercicio es de 5.181 euros, según el Observatorio Inverco (patronal de las entidades que gestionan fondos de inversión y de pensiones). Es decir, la gran mayoría de los 291.416 titulares de planes de pensiones individuales que existían en el Archipiélago al terminar 2013 se verán afectados por la medida.

En el conjunto de España, la aportación media de los 7,86 millones de ciudadanos que ahorran para el futuro mediante este sistema fue de 7.371 euros en 2013. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda maneja datos propios. Incluyendo los fondos de pensiones colectivos, el departamento que dirige Cristóbal Montoro sitúa el presupuesto anual de los españoles destinado al ahorro para sufragar los años de jubilación en 1.375 euros anuales.

Amplio margen entre esta última cantidad y los 10.000 euros, como máximo, que en la actualidad se pueden incluir en la base imponible sujeta a deducción.

La normativa fiscal que rige hasta el momento estipula que el declarante habrá de elegir para incluir en su declaración la cantidad menor de entre dos: la aportación total realizada al plan de pensiones o el 30% de los rendimientos netos del trabajo.

Si como se da por seguro, Hacienda baja los límites -más si toma como referencia los 1.375 euros que calcula-, serán muchos más los ciudadanos que tendrán que pasar por caja a la hora de elaborar su declaración por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En otras palabras, resultará menos rentable hacer aportaciones a los planes de pensiones. En buena medida, el Ministerio de Hacienda intenta evitar los ingresos durante los últimos días del año para cuadrar un buen resultado a la hora de liquidar el IRPF.

Los expertos señalan asimismo la posibilidad de que la reforma incluya diferencias entre los planes de pensiones según sean a corto o largo plazo. En cualquier caso, la Comisión Europea (CE) no ve con buenos ojos estos incentivos al ahorro, por lo que, cada vez que tiene oportunidad, recomienda a España eliminarlos totalmente. Eso no va a ocurrir.

Entre los ciudadanos europeos está extendida la cultura de realizar provisiones para el futuro, mientras que aquí esa es una necesidad que se encuentra todavía en proceso de implantación. Solo el 17,1% de los españoles tenía un plan de pensiones individual al terminar 2013.

La crisis, traducida en pérdida de empleo, reducciones de salarios e incremento de impuestos, juega decididamente en contra de elevarla. Tanto, como que en 2012 la ratio de titulares de planes de pensiones en el Estado era superior, del 17,7%. En Canarias esa proporción fue del 13,6% el año pasado y, en las Islas sí, dicha cifra mejoró la registrada en 2012 -12,3%. Los números resultan preocupantes atendiendo a la deriva tomada por la caja de la Seguridad Social. Nuevamente, el Gobierno central habrá de abrir la hucha para abonar la paga del próximo mes de julio.

Mirado desde otro punto de vista y atendiendo a la proporción de hogares en los que existe un plan de pensiones, los datos mejoran sustancialmente. Son el 43,2% de las familias españolas las que ya ahorran mediante este sistema, mientras que en el Archipiélago, decimotercera en el ranking de las comunidades autónomas atendiendo a este parámetro, son el 36,4% de los 804.700 hogares existentes los que optan por este sistema de ahorro.