Las familias con hipotecas recibieron ayer la mejor de las noticias pero no así la banca. El euríbor a 12 meses entra en cotización negativa por primera vez en la historia, lo que ha dejado descolocados a los analistas sobre el impacto real que puede tener esta situación sobre los intereses que cobran los bancos a sus clientes por los préstamos hipotecarios. La tasa diaria del euríbor cayó ayer hasta el -0,002% y acumula un nuevo mínimo histórico, algo a lo que ya se han acostumbrado los mercados desde que los tipos iniciaron un descenso continuado tras alcanzar el máximo del 5,3% en 2008.
Este escenario inédito lleva a una pregunta que resulta inevitable: ¿deberán los bancos pagar a sus clientes por las hipotecas? Según los expertos, el euríbor seguirá en tasas negativas al menos en el primer semestre del año debido a las medidas establecidas por el Banco Central Europeo (BCE). El debate está servido ya que la famosa frase "la banca siempre gana" se pone en entredicho y es que las entidades financieras tendrán que decidir cómo actúan ante una situación tan inusual.
La clave está en el diferencial sobre el euríbor pactado entre el banco y el cliente. El tipo de interés negativo se debería restar al diferencial, que en los últimos años se ha establecido de media entre un 0,5% y un punto por encima el índice de referencia del euríbor a un año. El asesor fiscal Orlando Luján cree poco probable que el tipo baje tanto que supere a los diferenciales que fijan los bancos con sus clientes, porque en ese caso las entidades financieras tendrían que descontar las cantidades equivalentes de los intereses de la amortización del capital, con lo que bajaría globalmente la deuda.
Para Luján, en la actual situación los beneficiados son sin duda alguna los hipotecados, ya que en las próximas revisiones de los tipos se tendrá que aplicar el índice negativo y se abaratará la cuantía diferencial que paga el usuario en concepto de intereses. "La buena noticia es que las familias tendrán más poder adquisitivo al tener que pagar menos por la hipoteca, aunque también hay que tener cuidado porque se puede tener la tentación de endeudarse más aprovechando esta bajada", advierte el asesor fiscal.
Por su parte, el delegado de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) en Canarias, Jerónimo Barrera, es claro y cree inverosímil que los bancos terminen pagando los intereses a sus clientes. Barrera cree que los usuarios "deben pagar menos y amortizar más", es decir, si el euríbor supera el diferencial el banco debe descontarlo del capital principal pendiente que se está amortizando por los intereses negativos que se hayan generado.
Fórmula
Para Barrera se trata de una fórmula matemática que deben aplicar los bancos al margen de las revisiones que se realicen previamente pactadas. En cualquier caso, advierte que son los usuarios los que deben estar atentos para que las entidades financieras cumplan. De hecho, Ausbanc estará pendiente de lo que ocurra con la evolución del euríbor.
Según Barrera, con la política monetaria que está aplicando el BCE la previsión es que las tasas negativas se mantengan al menos en el primer semestre del año ya que el objetivo del presidente del organismo, Mario Draghi, es "que se muevan los capitales y las transacciones financieras, pero también se está beneficiando a las hipotecas".
Las revisiones futuras están en duda y habrá que esperar nuevos acontecimientos en función de diferentes coyunturas como las medidas del BCE, el precio del petróleo y de las materias primas o lo que suceda en la economía de China. En este sentido, el director de Renta 4 en Las Palmas, Mariano Sanginés, recuerda que la renta fija pública que emiten los gobiernos ya rompió la barrera de las tasas negativas desde hace algún tiempo y en las letras que se emiten la Administración pierde dinero.
"Son escenarios totalmente novedosos, difíciles de conceptualizar porque rompe la lógica de las cosas pero que están sucediendo", agrega Sanginés.
La incertidumbre entre las entidades financieras se acrecienta a medida que pasan los días y ya hay fuentes de la banca que estiman la necesidad de fijar una posición, si bien el Banco de España aún no ha emitido ningún tipo de opinión. Los hay que defienden el establecimiento de un tipo de interés cero, de tal forma que no se cobren intereses y que el cliente sólo abone el capital pendiente.
