La percepción del valor del público en la gestión estratégica de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es el título de la tesis doctoral con la que Daniel Pérez Estévez, director general y profesor de MBA Business School, obtuvo recientemente el sobresaliente cum laude en la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y de Turismo de la ULPGC. En la misma propone un modelo de gestión propio que se basa en la consideración del impacto que la empresa realiza en su día a día a nivel económico, social y medioambiental y, más allá de las obligaciones legales, trata de ver qué impacto puede alcanzar en su entorno tomando decisiones que integren ese alcance.
"Estoy convencido de que este es el modelo que se va a imponer en un futuro inmediato", señaló el director general de MBA. Este defiende que cualquier empresa, tanto grande como pequeña, puede realizar acciones que contribuyan a mejorar su entorno, con las personas con las que desarrolla su actividad o con el medioambiente sin que esto suponga necesariamente un gran coste añadido; "simplemente con un análisis estratégico de quiénes son los grupos de personas con las que la empresa se relaciona, cuáles son los prioritarios y de qué manera se puede modificar esa relación se puede obtener un valor añadido, contribuyendo a un desarrollo sostenible", asegura.
Pérez, de 35 años, ha desarrollado este trabajo durante los dos últimos años y en paralelo con sus responsabilidades en la escuela de negocios. En su tesis contó con la dirección del Catedrático Carmelo León González, director del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible (Tides), y con el asesoramiento del experto en la materia Gabriel Navarro Valdivielso. En la misma, Pérez aúna el análisis científico con una aplicación empresarial práctica para lograr, con ello, un beneficio sostenible.
"Quería hacer un trabajo de investigación aplicable en la realidad y para que revierta como un servicio que se pueda prestar a las empresas", explicó Pérez, que ha incluido en la tesis un apartado dedicado al ámbito canario, por el potencial que presenta la herramienta del RSE en el Archipiélago y por cómo puede contribuir en el desarrollo e implantación de empresas canarias en el África Occidental. "Pero el modelo es aplicable, a nivel profesional, en todo el mundo", aclara.
"La RSE es un valor añadido, tanto para que el cliente se decante como para captar talentos o atraer inversiones a Canarias de países que tienen estos criterios ecológicos bien asentados y que en las Islas pueden encontrar un entorno respetuoso", expuso para añadir a continuación que: "la empresa obtiene un beneficio tangible e intangible, pero esto redunda en la sociedad en su conjunto, en un entorno mucho más habitable y que permite el desarrollo de las personas en felicidad".
Entre lo positivo de estas acciones Daniel Pérez señala que, además de establecer relaciones más sólidas con estos grupos de interés, redunda en beneficio de la empresa porque la Responsabilidad Social no tiene como finalidad el beneficio económico, puesto que no es una medida estrictamente de marketing, pero el beneficio se va a dar. Es una consecuencia, teniendo en cuenta que los grupos de interés generan unas expectativas y la empresa puede modificar sus comportamientos de acuerdo con ellas. Y sobre todo es muy valioso a la hora de romper barreras de entrada en nuevos mercados. Es, en resumen, potenciar el valor de la marca y la reputación corporativa.
Daniel Pérez asegura que la responsabilidad social no es una labor filantrópica, pese que lo fue en sus inicios, o un donación a final de año. Ya tenemos modelos de empresas que actúan en este ámbito de una manera más sofisticada. Por este motivo, plantea un análisis profundo en su tesis sobre los grupos de interés y sus expectativas y cómo estos son compatibles con la estrategia de la empresa. Esto permite analizar en qué puntos está actuando apropiadamente o en que debe mejorar, por lo que podría haber recursos que se están desperdiciando. Esto permite a la empresa plantear una estrategia completa basada en la demanda de los usuarios, minimizando costes y otorgando consistencia a largo plazo.
Ejemplos
El director general de la escuela de negocios MBA considera que Canarias cuenta con avanzados exponentes en esta materia, "como otros muchos ejemplos de empresas que aún consideran la RSE como un acto filantrópico". Entre los casos más positivos en el Archipiélago nombra dos empresas: "La Compañía Cervecera de Canarias es una de las que mejor desarrolla la memoria de sostenibilidad de España, de una manera exhaustiva y alinea el impacto de la actividad diario de la empresa, a nivel productivo, comercial y medioambiental, con las medidas de RSE que propone". Otro buen ejemplo es Lopesan. "Creo que es la cadena de referencia a nivel turístico en Canarias y la que mejor lo está haciendo en cuanto a la sostenibilidad ambiental y compromiso con el entorno".
Sin embargo, este considera que aún queda mucho por desarrollar en este ámbito. Con la crisis, muchas empresas recortaron las partidas de gastos y con ello la RSE. "Si somos capaces de entender que la Responsabilidad Social es rentable, porque mejora la satisfacción de las personas con las que la empresa desarrolla su actividad, estaremos generando una oportunidad excelente para que las empresas mejoren su competitividad". En resumen, más que un gasto superfluo, Pérez lo describe como un modelo de gestión nuevo que comprende al cliente y al entorno como una actividad más dentro de la empresa.
