Este mes concluyen las obras de construcción de la subestación de El Sabinal, el elemento que echaba en falta el sistema eléctrico grancanario para poder desterrar el peligro de apagones en toda la cornisa norte y la capital de la Isla. Durante los próximos meses se procederá a las conexiones de las líneas y a la realización de las pertinentes pruebas. Su entrada en funcionamiento está prevista para antes de que finalice el año.
Red Eléctrica de España (REE) termina así con el punto que lucía un negro más oscuro de todo el mapa español. La subestación de Jinámar ostenta el indeseado título de ser la subestación que más posiciones -entradas y salidas de líneas- concentra. El Sabinal asumirá quince en un primer momento, parte de ellas provenientes de la saturada Jinámar, y, además, mantendrá otras en el banquillo de los suplentes para ir descargando a aquella progresivamente.
"La construcción de estas instalaciones es esencial para mejorar la seguridad del suministro eléctrico y reducir la concentración de riesgos que actualmente existe en esta zona. La subestación de Jinámar es el parque con mayor número de posiciones de todo el sistema eléctrico español", reconoce el operador del sistema eléctrico español. En concreto, 37 líneas entran o parten de ella.
La vieja subestación concentraba la práctica totalidad de la energía surtida a Las Palmas de Gran Canaria y su área metropolitana, aparte del norte. Es decir, la zona de mayor demanda de energía de la Isla podía quedar a oscuras ante la ausencia de caminos alternativos que permitieran conducir la energía hasta ellos. Según datos de REE, esa área "evacúa cerca de la mitad de la generación instalada en la Isla y es una de las de mayor consumo de todo el Archipiélago".
Una subestación cumple la función principal de transformar en 66 kilovoltios la energía que le entra a 220. Solo así puede conducirse por el tendido eléctrico camino de los hogares y empresas. Las primeras pruebas de los elementos que integran la de El Sabinal ya se están realizando, toda vez que está finalizando el montaje de los equipos principales: los transformadores y las celdas de media tensión aisladas en gas (GIS, por sus siglas en inglés). Faltan por concluir las labores con los sistemas auxiliares y de comunicaciones.
Desde Red Eléctrica aseguran que también los trabajos "de las líneas que conectarán esta nueva subestación están muy adelantados". La práctica totalidad de los nuevos apoyos -las torretas- ya están en pie para asumir la conducción en los tramos en que esta se realizará de manera aérea. También se ha concluido "el tendido de la mayoría de los cables subterráneos", porque parte de la conducción se realiza bajo tierra. Además, la puesta en marcha de El Sabinal implica que una parte de las líneas que hoy cruzan por encima de la autovía del Sur ya no tengan que hacerlo, "aportando más seguridad a la vía" y mejorando "el impacto visual y paisajístico de una de las principales entradas de la ciudad". Eso en el plano estético, en el técnico será más sencillo acometer las labores mantenimiento.
Lo que resta no está exento de complicación. Los trabajos finales se realizará durante el otoño en fechas aún por determinar, ya que exigen cortes del fluido eléctrico para poder realizarse. Del mismo modo, también se procederá a realizar interrupciones parciales del tráfico en las carreteras, tanto para conducir los cables hasta la nueva subestación, como para retirar algunos de la de Jinámar.
El Sabinal y la nueva línea de doble circuito de 220 kilovoltios que conectará esta con la actual línea Barranco de Tirajana-Jinámar, además de dos líneas de conexión de 66 kilovoltios, representan una importante reconfiguración de la red de transporte de Jinámar.
La subestación fue aprobada en el Plan Extraordinario del Consejo de Ministros de 28 de diciembre de 2012 como una de las actuaciones necesarias para solucionar la excesiva concentración de conexiones eléctricas en Jinámar. El presidente de REE, José Folgado, puso la primera piedra en enero de 2015 y en el periodo de construcción surgieron problemas que retrasaron el final de su construcción.
