El proceso de modernización y liberalización del transporte que afronta el Gobierno de Canarias ha encontrado el rechazo del sector del taxi incluso antes de que exista un borrador oficial de anteproyecto. Con la norma aún en pañales, los profesionales del volante han alertado del peligro que corren si se fomenta la entrada de operadores que les hagan imposible competir, algo que ya está ocurriendo en las principales ciudades europeas. En el Ejecutivo aseguran que el diálogo con el mundo del taxi será total antes de que el texto llegue al Parlamento de Canarias.
Desde el pasado invierno, las protestas de taxistas se suceden en ciudades como Madrid y Barcelona o, más recientemente, la semana pasada, en Lisboa. La irrupción de plataformas como Uber, experiencias piloto como la desarrollada en Singapur, en la que un taxi presta servicio sin conductor, o aplicaciones como el Car2Go, que permite a los ciudadanos desplazamientos cortos conduciendo ellos mismos, están dando la vuelta a la movilidad de los ciudadanos.
En ese contexto, el documento de trabajo remitido por la Dirección General de Transportes a los siete cabildos para recabar sus opiniones y conocer las necesidades específicas de cada isla cayó en manos de los profesionales del taxi. Viéndolas venir, estos no dudaron incluso en exigir la semana pasada la dimisión del director general de Transportes, Elías Castro. "¿Espíritu de diálogo? Todo y más", señaló ayer tras la reunión el integrante del Ejecutivo canario.
Los taxistas le manifestaron su intención de permanecer "a la expectativa" para asegurarse de que el sector "y todas las familias" que viven de este negocio no sufran daños. "Mantiene", señalaron los asistentes a la reunión en referencia a lo que Castro Feliciano les hizo llegar, "que va a hacer algunas reformas para mejorar la ley sin perjudicar al sector del taxi".
En la intención del director general está someter a la opinión de estos profesionales el texto toda vez que haya recabado el sentir de los partidos con representación en el Parlamento de Canarias. A pesar de esta disposición para el diálogo, los roces serán continuos durante la tramitación.
En el espíritu de la nueva ley está el evitar que los operadores del transporte -no solo los taxis- se vean superados por las circunstancias y se preparen para el futuro. En otras palabras, no parece sencillo impedir que terminen por llegar al Archipiélago las nuevas modalidades de transporte que han llevado a las movilizaciones a los taxistas de medio mundo. "Tenemos que estar preparados para competir", afirmó Elías Castro, quien hoy mantiene una nueva reunión con una de las asociaciones del ramo en la que estará acompañado por el viceconsejero de la Presidencia, José Miguel Barragán.
"Nos alarma el borrador", afirmó antes del encuentro celebrado ayer el presidente de la Federación Regional de Taxis de Canarias (Fedetax), Juan Artiles, quien lleva prácticamente 40 años al volante. Para contar con el beneplácito del sector, el documento que cayó en sus manos, carente de vigencia por cuanto ya ha sufrido modificaciones, habrá de vetar la libre entrada de vehículos con conductor (VTC), la modalidad que abre la puerta a plataformas como Uber. "De lo contrario, prácticamente se nos arrincona", afirmó Artiles.
Elías Castro resaltó que la última ley sobre transporte terrestre canaria data de 2007. "Desde entonces se han realizado algunas modificaciones puntuales, la última en la ley de acompañamiento de los presupuestos de 2014, y no siempre se ha alcanzado el resultado perseguido", detalló. Adecuarla a los nuevos tiempos resulta, a su juicio, necesario.
La intención del Gobierno canario es minimizar los daños, pero siempre cumpliendo el objetivo de garantizar la movilidad tanto de los dos millones de canarios como de los catorce millones de turistas anuales que reciben las Islas.
