El nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, defiende abrir el debate sobre la conveniencia para el Archipiélago de contar con un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) reducido frente al Impuesto General Indirecto de Canarias (IGIC), sin prejuzgar si un modelo es preferible al otro para evitar que las islas queden marginadas de los cambios comerciales del siglo XXI. Santiago Sesé resultó elegido el 20 de diciembre presidente de la Cámara de Comercio por un solo voto de diferencia frente al candidato con el respaldo de la CEOE de Tenerife, Modesto Campos, aunque la patronal concedió libertad de voto a sus representantes en la corporación.

Uno de sus planteamientos es "perder el miedo a debatir" si Canarias debe pasar a ser "zona IVA" desde el punto de vista comercial y aduanero, aunque sin posicionarse. "Tenemos que estar muy atentos a todos los cambios, no somos muchas veces conscientes de que el comercio está cambiando y de que todo lo que sean problemas e impedimentos burocráticos en el comercio electrónico hay que solucionarlos", subraya Sesé.

Se trata de un sector muy importante en Canarias, muy intensivo en mano de obra y el hecho de que las Islas no son "zona IVA", sino que tiene su propio impuesto indirecto, el IGIC, complica las cosas y obliga a buscar la forma de solventarlo, en su opinión. "No hay que tener miedo a debatir, no digo que sea lo que convenga o no", pero se pueden abrir mesas de debate para analizar las ventajas de un IVA reducido y evitar que Canarias quede marginada del comercio electrónico que se está imponiendo en el siglo XXI, según Santiago Sesé.

Respecto a la situación política regional, Santiago Sesé considera, como "una opinión muy personal", que la reciente ruptura del pacto en el Gobierno de Canarias no es positiva, en particular por la salida del PSOE. Sin los socialistas, el Ejecutiovo autonómico queda en minoría, más dependiente, lo que le resta capacidad de negociación en Madrid en un momento en el que el Gobierno estatal podría necesitar el voto de los nacionalistas canarios para sacar adelante los presupuestos y las leyes, argumenta.

En cualquier caso, defiende que los empresarios no entran en si es mejor un partido u otro, sino que se necesitan gobiernos estables y fuertes que puedan sacar adelante las reformas pendientes, sobre todo la reforma de las administraciones públicas, cuya burocracia perjudica la inversión y cuyo sostenimiento presiona sobre la fiscalidad.

"Es verdad que hay un déficit público que hay que corregir", pero desde la contención del gasto y no desde el aumento de impuestos como está ocurriendo, señala Sesé. Admite que los presupuestos públicos se están aproximando a los niveles previos a la crisis, pero critica sin embargo la distribución del gasto, porque no aumenta la inversión pública productiva.

Santiago Sesé propugna una Cámara "más viva y abierta a la sociedad", con muchas funciones, además de las de formación e internacionalización. Para dar viabilidad a ese proyecto, la Cámara tinerfeña, como el resto de corporaciones de comercio, necesita un compromiso estable de financiación para mantener su estructura, que Santiago Sesé espera que se plasme en la próxima ley canaria de cámaras de comercio.

La Cámara tinerfeña ha pasado de tener 58 empleados en 2011 a 27 en la actualidad, y "si queremos dar servicios al empresariado y a la sociedad" se necesita mantener una estructura, dijo Sesé, quien confía en la sensibilidad que demuestre el Gobierno de Canarias en la próxima legislación. Entre los servicios que la Cámara ofrece, Sesé destaca la ventanilla única empresarial, que ha atendido a 14.000 emprendedores en los últimos años, y los cursos formativos, muy importantes tras una crisis que ha demostrado que no todo el mundo puede ser trabajador por cuenta ajena o funcionario.

Para el presidente de la Cámara de Comercio, el desempleo es el problema principal de la sociedad canaria.