El sector tabaquero canario ha decaído notablemente en los últimos años. Sirva como dato que en 1992 se exportaron 1.037 millones de cajetillas de cigarrillos a la Península, cantidad que el año pasado se redujo a solo ocho millones. Esta drástica caída del 99,2% no evita que esta industria, sin embargo, mantenga una notable importancia, ya que emplea a 3.500 trabajadores del Archipiélago y factura 300 millones de euros anuales. Ayer, la Asociación Canaria de Industriales Canarios (ACIT) se sumó a la Mesa del Tabaco, la agrupación nacional que desde 2011 reúne a todos los actores que intervienen en esta actividad económica.
Las Islas son la única comunidad autónoma española que cuenta con fábricas de cigarrillos -cuatro- en funcionamiento y operan en ellas un total de 39 empresas fabricantes de tabaco. Con esos números se echaba de menos a Canarias en el mencionado lobby nacional tabaquero, sobre todo teniendo en cuenta el delicado momento que atraviesa el sector por la trasposición de una directiva europea que endurece las normas.
La trazabilidad
Esa incorporación de la legislación europea a la normativa española amenaza la comercialización en el Archipiélago. Bruselas obliga a poner a disposición del consumidor final la trazabilidad del producto, esto es, el conocimiento de las manos por las que ha pasado y la totalidad de los componentes que incluye la mercancía.
"Aquí no hay estancos", resaltó la delegada del Gobierno central en la región, Mercedes Roldós (PP). Ella misma anunció que ya ha iniciado las conversaciones con el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Fernández de Moya, con el fin de conseguir un trato específico en los reales decretos que ya están en proceso de preparación en Madrid. El presidente de ACIT, Gustavo Ojeda, resaltó la importancia de conseguir esa excepción, por la ausencia de puntos de venta claramente definidos.
"Aquí el tabaco se vende en muchos sitios", continuó el también vicepresidente tercero de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), "y una gran cantidad de ellos son pequeñas tiendas que no pueden contar con la tecnología" que permita a los clientes disponer de la ruta que han seguido las hojas de tabaco hasta llegar a sus manos. En definitiva, o llega ese tratamiento especial para las Islas, o el impacto en el negocio tabaquero isleño se prevé intenso.
El otro campo en el que batallarán será el de las cantidades de tabaco que pueden sacar por el puerto o el aeropuerto tanto los canarios como los turistas. Ojeda consideró que el único cartón al que en la actualidad se limita el traslado de tabaco canario es muy escaso. "Entre tres y cuatro sería una cantidad más lógica", afirmó tras explicar que la consecución de este objetivo se sitúa a más largo plazo, ya que es necesario contar con luz verde desde Bruselas, lo que alarga las negociaciones.
La Mesa del Tabaco celebró ayer por vez primera en Canarias su reunión plenaria. El presidente de la organización, Juan Páramo, celebró la incorporación de los tabaqueros de las Islas, una industria "con vocación exportadora" que "forma parte de la identidad canaria", según expuso. También el vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Rodríguez Valido, se sumó a las felicitaciones por "el hito" que supone la presencia isleña en la organización estatal de defensa de los intereses del sector tabaquero.
En 2017, este subsector industrial dejará en las arcas públicas canarias 188 millones de euros. De estos, 148 millones provendrán de la recaudación del impuesto especial sobre las labores del tabaco y los restantes 40 millones tendrán su origen en el IGIC. "Es una cantidad muy importante que el Gobierno de Canarias podrá dedicar a cuestiones sociales", destacó Roldós, quien hizo además hincapié en que el Archipiélago es la única región española que tiene cedido el primero de dichos tributos.
No obstante, la delegada del Gobierno central en Canarias aludió a su formación en Medicina para celebrar que las Islas tengan un índice de tabaquismo "inferior a la media nacional", lo que no le impidió manifestar su deseo de que el sector prospere.
