Cajasiete incrementó el volumen de créditos concedidos a sus clientes en hasta 216 millones de euros entre 2010 y el cierre del último ejercicio. En términos porcentuales, el aumento es de prácticamente un 20%, un sensible crecimiento que choca abiertamente contra la política generalizada del sector bancario durante esos años, que abarcan desde el período más duro de la crisis socioeconómica hasta los albores de la recuperación.

No en vano, ese incremento del montante de los préstamos contrasta sobremanera con la caída de cerca de un 35% del total del crédito en circulación en la Comunidad Autónoma. En definitiva, mientras que los préstamos de Cajasiete pasaron de sumar 1.093 millones en 2010 a sumar 1.309 el último 31 de diciembre, el importe global, es decir, la cuantía de los créditos concedidos en Canarias por el conjunto del sector, pasó de unos 56.500 millones de euros a menos de 37.000, según la estadística del Banco de España.

"Vamos a contrapié", reconoció el director general de la entidad, Manuel del Castillo, al hilo de la política contracíclica que viene poniendo en práctica Cajasiete en los últimos ejercicios. Una política que, cuando menos de momento, está dando buenos resultados a la cooperativa de crédito, que el año pasado ganó, antes de impuestos, casi 6,4 millones de euros, un millón más que en el ejercicio de 2015, tal como adelantó este martes el equipo directivo de Cajasiete durante la presentación anual de sus cuentas, que se aprobarán el próximo día 26 en asamblea general.

El hecho de que la cooperativa de origen tinerfeño va definitivamente a contracorriente lo evidencian también los cambios en su red de sucursales. En un escenario en el que la mayoría de los bancos y entidades de crédito está cerrando oficinas, algunas de las cuales llevaban abiertas incluso décadas, Cajasiete abrió en 2016 una nueva sucursal en Lanzarote y tiene programadas tres aperturas más para este año. "Unos cierran oficinas y otros abrimos oficinas", subrayó el director general, que explicó cómo el proceso de expansión hacia la provincia de Las Palmas, que comenzó hace diez años y que ha permitido a la entidad asentarse en las islas orientales, ha hecho posible que la firma tenga ya sucursales en 54 de los 88 municipios del Archipiélago.

Con todo, Del Castillo se mostró especialmente satisfecho por el último dato de los activos totales. Esta variable mide la cantidad a la que ascienden las inversiones, el inmovilizado, los préstamos y demás partidas a cobrar, etcétera; en definitiva, los bienes, recursos y derechos de que disfruta la entidad, que al cierre del año pasado superaron por primera vez en la historia de la cooperativa de crédito los 2.000 millones de euros, hasta llegar, en concreto, a prácticamente 2.171 millones.

Además, la ratio de eficiencia es de un 53,7%, ligeramente mejor que la de 2015, cuando superó por poco el 54%. Esto quiere decir, básicamente, que Cajasiete tiene que gastar 53,7 euros para conseguir unos ingresos de cien euros, de modo que el indicador es tanto más positivo cuanto más pequeño sea el porcentaje. "Ha sido un año positivo, y lo ha sido en un entorno de bajos tipos de interés, altos niveles de litigiosidad entre consumidores y entidades y endurecimiento de la normativa por parte del regulador [el Banco de España], lo que hace que cada vez sea más difícil crecer en un mercado tan duro como el que tenemos", argumentó el director de Relaciones Institucionales de la entidad, José Manuel Garrido, quien junto con el gerente de Proyectos, Carlos González Delgado, acompañó a Manuel del Castillo en la presentación de resultados.