Endesa ha instalado un total de 1.013.684 contadores inteligentes en Canarias, lo que significa que ya ha sustituido el 88% de los dispositivos gestionados por la compañía en el Archipiélago. En toda España, Endesa ha alcanzado los 10 millones de contadores instalados gracias a un plan de modernización, dotado con 600 millones de euros para el periodo 2015-2018, que tiene como objetivo poner en marcha un sistema de telegestión, clave para el desarrollo de las redes inteligentes.

Así lo aseguró la compañía en un comunicado, en el que precisa que, al cierre de este año, habrá completado prácticamente el despliegue de los contadores inteligentes a sus clientes con una potencia contratada igual o inferior a los 15 kilowatios, es decir, a 11,2 millones de hogares que, conforme a la legislación, deben tener instalados los nuevos dispositivos antes de que finalice 2018.

Contra el fraude eléctrico

Entre los beneficios del contador inteligente, la eléctrica destaca poder realizar, de manera remota, cambios de comercializador, modificaciones en las características del contrato, y altas o bajas en menos de 24 horas en la mayoría de los casos, así como la reducción de los tiempos de interrupción del suministro en caso de averías, ya que permite localizar su origen de forma más rápida.

Además, con la implementación de la lectura horaria, se han eliminado las estimaciones en la factura y se han dado nuevas herramientas al cliente para mejorar su eficiencia energética gracias a la información pormenorizada que puede recibir sobre su consumo. Endesa gestiona diariamente 240 millones de datos horarios correspondientes a la información de consumo de los 10 millones de clientes.

Según la compañía, la implantación de los contadores inteligentes supone, además, un paso muy importante en la lucha contra el fraude eléctrico y en la mejora de la seguridad de las instalaciones, ya que estos equipos disponen de sofisticados mecanismos antifraude que ayudan a localizar posibles manipulaciones y avisan, además, cuando se pone en riesgo la instalación manipulada y las colindantes, evitando el "grave peligro" que ello conlleva.