España es undécima en crecimiento económico en Europa, según los datos difundidos esta semana por la UE con los indicadores disponibles al cierre del primer trimestre de 2017. Aunque está lejos de ser el país europeo que más crece -pese a que lo repita el presidente del Gobierno- y acaba de ser rebasado por Portugal -gobernada por la izquierda-, se consolida como la más dinámica de las cinco mayores economías del área, con una tasa de avance superior al promedio de la UE y de la zona del euro.
La desaceleración pronosticada es menos acusada de lo esperado, lo que permite revisar al alza las predicciones. La fase expansiva sigue muy apoyada por los tipos oficiales de interés en el 0% y la prolongación de la expansión monetaria, el turismo extranjero en tasas récord y un crudo que, pese a la recuperación, sigue lejos de los precios de hasta 2014.
La recuperación de la cotización del petróleo (que la OPEP pretende apuntalar en su cumbre de la próxima semana) está perjudicando ahora a España por el mismo motivo que le benefició más el derrumbe de su cotización. Eurostat confirmó esta semana que España es el séptimo país más inflacionario de la UE-28. El Ministerio de Economía afirmó el día 10 que España mejoró su competitividad en el primer trimestre frente al conjunto de la OCDE, pero no respecto a sus socios de la UE (principal mercado exportador de España) y del euro.
Las exportaciones de bienes siguen, pese a todo, al alza, aunque no evitan que el de España continúe como tercer mayor déficit comercial exterior. Las importaciones españolas superaron a las exportaciones en 7.700 millones entre enero y marzo. España tiene saldo positivo en sus intercambios dentro de la UE, pero negativo con terceros países.
La recuperación del euro frente a las más importantes monedas juega en contra y se fortalecerá cuando el BCE insinúe el repliegue de su activismo monetario. El saldo por cuenta corriente sigue en superávit a pesar del déficit comercial.
Mientras tanto, la bomba de relojería de la deuda pública sigue al alza. Ni con el PIB creciendo al 3% y los tipos en 0% e incluso negativos está siendo capaz el Gobierno de frenarla: en marzo volvió a rebasar el 100% del PIB.
